Día 1: España – Yangon. ¿Preparado para Myanmar?
Llevas mucho tiempo preparando este viaje, pero en estos momentos los nervios te han dejado casi en blanco, así que decides aprovechar el camino al aeropuerto para repasar mentalmente todo lo que te has propuesto vivir en Myanmar.
Desde luego, tu primera intención es compartir el máximo de momentos junto a los birmanos, de los que te han hablado maravillas por su amabilidad y su deseo de acoger a todos sus visitantes. Estás ya deseando comprobar de primera mano la profunda huella que dejan las sonrisas de estas gentes en los viajeros.
También quieres conocer su riquísimo patrimonio histórico y cultural, aunque sabes que no está todo lo conservado que podría llegar a estar debido a la delicada situación económica del país y su aislamiento del resto del mundo durante décadas. Pero perderse en un bosque de estupas no es algo que se pueda vivir todos los días, ¿verdad? Eso sí, te has preparado para hacer las visitas a los templos, pagodas y estupas descalzo, porque sabes que en los lugares sagrados no están permitidos ni los calcetines.
Mientras repasas tu lista de deseos para Myanmar intentas recordar el nombre de la nueva capital… Ah, sí, es Naipyidó, de la que has oído que es casi una ciudad fantasma: de gran tamaño pero casi sin habitantes. Sí, hasta hace poco pensabas que era Rangún, pero investigando sobre este país supiste que Rangún es desde hace tiempo Yangón, igual que Birmania pasó hace años a ser Myanmar. Al menos oficialmente. Y hablando de Yangón, tienes ganas de conocer una capital del sudeste asiático sin cientos de motos por la calle, ya que la Junta Militar birmana, que hoy por hoy no gobierna, o al menos no en primer plano, decidió prohibirlas hace años.