Viajes y circuitos a Vietnam

Descubre los mejores circuitos y viajes a Vietnam

Disfruta de todas las ventajas que te ofrecen estos viajes organizados a Vietnam, que hemos pensado para ti. Admirarás los atardeceres más sorprendentes en el bahía de Ha-Long, disfrutarás de la elegancia y modernidad de la capital, Hanói y conocerás su increíble historia y la hospitalidad de sus habitantes. Goza al máximo de estos viajes a Vietnam, sin preocuparte de nada, solo en disfrutar.

CIRCUITOS
19 circuitos
Vietnam: Vietnam clásico

Vietnam, 11 días

Visitando: Hanoi, Bahía de Halong, Hoi An, Hue y Ho Chi Minh

Disfruta de un viaje completo por lo mejor de Vietnam con este circuito. Conoce el Templo de la Literatura en Hanói , realiza una clase de taichí en la bahía de Ha-Long y descansa en la playa de Lang Co.

Vietnam: Norte de Vietnam

Vietnam, 8 días

Visitando: Hanoi, Halong, Tam Coc y Hoa Lu

Déjate llevar por el encanto vietnamita con este circuito organizado que hemos preparado pensando en ti. Descubrirás el norte del país visitando lugares como Hanoi, la bahía de Halong y Hoa Lu.

Vietnam: Tribus de Vietnam

Vietnam, 13 días

Visitando: Sapa, Hanoi, Halong, Hoian, Hue y Ho Chi Minh

¿Estás preparado para descubrir Vietnam? A continuación, te proponemos un viaje en el que, entre otros rincones fascinantes, visitarás, la bahía de Halong, Hoi An y Ho Chi Minh.

Camboya: Vietnam esencial

Camboya, 12 días

Visitando: Hanoi, Halong, Hoian, Hue y Ho Chi Minh

Descubre la joya del Sudeste Asiático en este circuito por Vietnam. Goza de un espectáculo de marionetas en el agua en Hanói, desayuna mientras navegas en la bahía de Ha-Long y adéntrate en los túneles de Cu Chi.

Completo
Vietnam: Bellezas de Vietnam

Vietnam, 9 días

Visitando: Hanói, Bahía de Halong, Hue, Da Nang, Hoi An y Ho Chi Minh

Sorpréndete con las maravillas de Vietnam en este circuito de 9. Recorre el río Perfume, navega por la Bahía de Ha-Long, y cruza en el Puente Japonés en Hoi An.

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La elegancia asiática reside en Vietnam

Un país, muchos paisajes. Vietnam invita a vivir una experiencia intensa en una cultura muy diferente, pero que se hace muy cercana gracias a la amabilidad de los vietnamitas. La antigua Indochina ofrece ciudades como Hanói o Ho Chi Minh. Los verdes arrozales aparecen por doquier en cualquier punto del país. Escarpadas montañas rodeadas de cultivos descansan en lugares como Sapa. Los edificios imperiales yacen en Hue, mientras en la Bahía de Halong, una maravilla natural, deja con la boca abierta a todo aquel que la visita. Además, Vietnam es conocido por poseer la más exquisita comida asiática, ofrecida tanto en restaurantes de primer nivel como en puestos callejeros; por poder ofrecer aromas diversos y especiados y por invitar a vivir momentos únicos. Déjate seducir por un pueblo lleno de sonrisas y amabilidad, en el que pasear por sus calles y caminos será toda una aventura, sobre todo si la puedes compartir con los vietnamitas, aprendiendo de su multiculturalidad y su pacífica forma de ser. Nunca estar tan lejos de casa te hará sentir absolutamente en el hogar.

Hanói, la capital del país suele ser la primera parada de todo viajero. Primero porque es donde se sitúa el aeropuerto principal del país, y segundo porque es una urbe con mucho que ofrecer. Este ciudad es considerada milenaria ya que sus diferentes etapas históricas se entremezclan para ofrecer lo mejor del Sudeste Asiático. Eso es lo que te espera en Hanói, un lugar vibrante y lleno de vida en el que la modernidad da la mano en buena sintonía a las más antiguas tradiciones. Déjate llevar por sus calles, con sus tiendas y cafés. Todos ellos están esperando a que pruebes todo lo que tiene para ofrecerte. Lo mismo puedes ver un moderno traje de chaqueta que una persona con la vestimenta más tradicional y el inevitable sombrero típico de forma cónica (‘Non La’).

Y es que Hanói tiene mucho que ofrecer e invita amablemente a disfrutar de todas las experiencias posibles. En el casco antiguo, de 36 callejuelas, predominan los edificios de estilos diversos que se ven rodeados por cientos de motos que elevan el pulso de la urbe. El patrimonio se puede ver en cualquier lado, así como el peso histórico de un personaje como Ho Chi Minh y todo lo que significa para los vietnamitas. Secretos de la cultura del país serán revelados en la primera universidad del país, fundada en 1070 en lo que hoy es el Templo de la Literatura. Una de las experiencias que hay que conocer sí o sí, es la de disfrutar de un espectáculo tradicional de marionetas sobre el agua. Y para finalizar la visita, nada mejor que pararse en un café a paladear un delicioso café con leche condensada marca de la casa.

Y recorriendo más de 1600 kilómetros al sur, por no decir el otro extremos del país, aparece Ho Chi Minh, la mayor joya urbana del sur del país, la antigua Saigón, una ciudad llena de sorpresas y que lleva la voz cantante en cuanto a la actividad económica de Vietnam. Supera a Hanói en casi un millón de habitantes. Y si tiene muchas personas, también sorprende el enorme número de motos que circulan por sus arterias. Prepárate para ver riadas de estos vehículos y para copiar a los vietnamitas a la hora de cruzar las calles, porque cuesta hacerlo por uno mismo. Pero no hay porque preocuparse, están tan acostumbrados que ellos saben cómo manejarse sin atropellar a nadie.

En esta ciudad se puede observar un gran número de recuerdos de su época colonial, como la catedral de Notre Dame o la Oficina Central de Correos, proyectada por el autor de la Torre Eiffel de París. Pero también sorprende uno de los recuerdos más curiosos de la Guerra de Vietnam, los famosos túneles Cu Chi, una ingeniosa forma de protección y camuflaje que inventaron los habitantes de la ciudad para sobrevivir a los bombardeos durante la contienda a la vez que hacer la vida imposible a los soldados del bando contrario, que no tenían ni idea de dónde les venían los ataques. A quien le gusten las compras, está de suerte porque esta ciudad es en el lugar perfecto para llevarse a casa un buen regalo… ¡o varios!

A medio camino entre Hanói y Ho Chi Minh yace Hoi An. Esta ciudad es uno de los rincones más bellos del país. De hecho, es Patrimonio de la Humanidad, así que es un ‘must’ en este viaje a Vietnam. Como podrás ver, su bello presente tiene origen en un rico pasado. Y no es para menos. Hoi An era un importante puerto comercial desde años inmemoriales, pero tuvo un gran apogeo entre los siglos XVI y XVIII y por allí pasaban todas las grandes potencias coloniales. Hay que decir que es un puerto fluvial, pero tuvo la mala suerte (o buena, según se mire) de que el río Thu Bon dejó de ser practicable para los barcos ya en el XIX, así que tuvo un declive, pero no decadencia.

En algún momento los habitantes de Hoi An se dieron cuenta de la joya que tenían entre manos, así que es un patrimonio bien cuidado desde hace mucho tiempo. De hecho, verás que las autoridades han tomado las medidas más apropiadas para que Hoi An sea una ciudad particularmente tranquila dentro de todo el Sudeste Asiático. ¿Por qué? Sus edificios antiguos no pueden ser modificados y los coches no pueden entrar en el casco antiguo. Además, la diosa fortuna les deparó que la Guerra de Vietnam se cebara con la vecina Hue, librándose así de los destrozos de la contienda. Todo esto te permitirá conocer monumentos fascinantes como el Puente Japonés, de más de 400 años de antigüedad. Y, por cierto, junto a Hoi An están algunas de las playas más bellas del país.

Y para terminar, una de las ciudades más importantes del país, Hue. Esta ciudad fue la capital del país hasta 1945, hecho que le ha proporcionado poseer y conservar un patrimonio único en el país. Si hay un calificativo para Hue ese sería ‘imperial’. En esta localidad se puede ver de primera mano la huella que dejó en este país la familia imperial más famosa, la dinastía de los Nguyen, que dirigió de una u otra manera el país entre 1802 y 1945. ¿Te has fijado alguna vez cuántos vietnamitas llevan este apellido? No, no es que sean todos familia, sino que en honor a esta dinastía muchos ciudadanos se cambiaron el apellido por el de Nguyen y hoy en día lo lleva aproximadamente el 40 por ciento de la población.

La ciudadela de Hue es todo un espectáculo. En su recinto yacen templos, palacios, puentes y lagos. Y es una suerte poder entrar, porque en la época imperial quien lo hiciera sin permiso podría ser castigado incluso con la muerte. Pero no es todo. Los mausoleos de Tu Duc y Khai Dinh son una auténtica maravilla. Y en cuanto a paisajes, el que regala el río de los Perfumes, es increíble. Y a orillas de este río descansa una de las estampas vietnamitas más conocidas: la Pagoda Thien Mu. Tampoco hay que perderse un paseo junto al lago Tinh Tam, donde en junio florecen cientos de lotos que se encuentran en la superficie.

Pero Hue tiene guardada también una experiencia única para que el viajero se mezcle con los vietnamitas y apreciar algunas de sus costumbres: el mercado de Dong Ba. Allí no sólo se puede comprar algún recuerdo para llevar a los que se han quedado en casa, sino también probar algunas de las delicias de la capital gastronómica de Vietnam. Sí, porque si hay un lugar en el que te darán ganas de chuparte los dedos a la hora de comer, ése es Hue. No te olvides de pedir su gran especialidad, la sopa Bun Bo, una mezcla única de sabores que se grabarán en tus papilas gustativas para siempre.