Viajes y circuitos a Lituania

Descubre los mejores circuitos y viajes a Lituania

Prepárate para vivir una experiencia inolvidable con nuestros viajes organizados a Lituania. Disfruta de un circuito muy especial que te permitirá conocer los lugares más emblemáticos, bellos e interesantes del país, como Vilnius, Kaunas, el lago Plateliai, el istmo de Curlandia o la Colina de las Cruces. Los mejores viajes a Lituania te están esperando, así que no lo pienses más y emprende esta magnífica aventura.

CIRCUITOS
12 circuitos
Completo
Estonia: Repúblicas Bálticas y Rusia Imperial

Estonia, 14 días

Visitando: Vilnius, Rundale, Riga, Tallin, San Petersburgo y Moscú.

Explora tierras bálticas y rusas en este circuito de 14 días. Conoce el Parque Histórico Trakai en Lituania, visita el Museo Etnográfico de Tallin y pasea por la Plaza Roja de Moscú.

Completo
Dinamarca: Repúblicas Bálticas y Capitales Nórdicas

Dinamarca, 11 días

Visitando: Vilnius, Rundale, Riga, Tallin, Estocolmo y Copenhague

Un recorrido por el norte de Europa te está esperando en este circuito. Admira cascos antiguo barroco de Vilnius, disfruta de Riga la capital del Art Nouveau y adéntrate en el Castillo de Toompea en Tallin.

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Arquitectura, naturaleza y una larga lista de sorpresas

Con una historia forjada por la fusión de las raíces paganas y el fervor católico, y con una lista casi interminable de sorpresas para el viajero, tanto naturales como artificiales, Lituania se postula como uno de los destinos más sugerentes y atractivos del norte de Europa.

La naturaleza se ha mostrado amable y generosa con las tierras europeas que rodean el Mar Báltico. Lituania, concretamente, es un país lleno de sorpresas, donde podemos encontrar playas de arena blanca bordeando la península de Curonia, una punta de tierra con forma de rabo de cerdo que cuelga del costado occidental del país, así como espesos bosques cargados de encanto que rodean lagos de aguas centelleantes.
Pero no solo la naturaleza ha dotado de hermosos lugares a Lituania, también el ser humano ha dejado en el país una huella rara y maravillosa. Los apasionados por la arquitectura barroca, los castillos antiguos y los tesoros arqueológicos encontrarán aquí su paraíso. Y no solo en Vilnius, la capital lituana, sino también fuera de ella. Hay parques de esculturas y museos interactivos para quienes deseen ahondar en la historia reciente de Lituania, hay exposiciones y espacios de arte moderno y, para los que estén buscando planes algo más lúdicos, hay animadas discotecas tanto en las ciudades como en las zonas de costa. Si combinamos la abundante oferta de ocio urbano, formada por una vorágine de grandes restaurantes, terrazas y bares, con las raíces paganas, la energía inagotable y el espíritu rebelde de Lituania, el viaje puede llegar a ser inolvidable.
Si tenemos ocasión, no debemos perdernos la celebración del solsticio de verano. Aunque el elemento espiritual de esta celebración ha desaparecido en gran medida, amigos y familiares siguen reuniéndose en el campo para una luminosa noche de cerveza y fogatas. Se celebra en todas las ciudades y pueblos, pero el lago Plateliai resulta ideal para la celebración.
En el rincón sureste del mar Báltico se encuentra el encantador istmo de Curlandia, un estrecho brazo de arena con majestuosas dunas que, sin duda, nos hará disfrutar de lo lindo del entorno. Otro lugar que también nos sorprenderá es la llamada Colina de las Cruces. En realidad, se trata más de un montículo que de una colina, pero lo que sí es cierto es que está repleta de miles de cruces, que no suponen solo un símbolo de fe religiosa, sino que representan la afirmación de la identidad del país.
A lo largo de nuestro viaje por Lituania, nos encontraremos con núcleos urbanos tan interesantes como Kaunas, una de las ciudades más ‘secretas’ de Europa y de las más importantes del país; Druskininkai, muy conocida por sus tratamientos en manantiales de aguas minerales; Klaipeda, la ciudad más antigua de Lituania, o Trakai, una ciudad que forma parte del Parque Histórico Nacional Trakai, toda una maravilla de la naturaleza. En este lugar, el protagonista indiscutible es un lago en cuyo centro hay una isla con uno de los castillos medievales más bonitos de Europa.
Y si hablamos de las ciudades más destacadas de Lituania, no podemos dejar a un lado Vilnius, su capital y urbe más poblada. Esta ciudad merece ser visitada para recorrer sus calles, descubrir su historia, degustar la gastronomía local y entender el motivo de que todo el mundo la llame “la ciudad de las iglesias”. Se trata de una ciudad pequeña pero muy hermosa, con un precioso casco antiguo que cuenta con la categoría de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El centro histórico de Vilnius está lleno de edificios bien conservados que guardan parte de la historia de la ciudad: iglesias barrocas, callejuelas estrechas y pequeñas cafeterías, además de ser la parte más animada de la capital. En esta zona podemos encontrar los edificios y lugares más emblemáticos de Vilnius: la plaza del Ayuntamiento, la Iglesia ortodoxa de Paraskeva, la casa de los signatarios, la calle de la Literatura, la Universidad, la Sinagoga Coral y el barrio judío, entre otros.
Si queremos disfrutar contemplando las mejores vistas de Vilnius, tenemos que subir a la Torre de Gediminas, una atalaya que habría formado parte de un castillo ya desaparecido y que recibe su nombre por el Gran Duque de Lituania, responsable de las primeras edificaciones que se levantaron en esta misma colina. La torre no es solamente un perfecto mirador, sino que también es el icono de la ciudad y del país.