Viajes y circuitos a Hungría

Descubre los mejores circuitos y viajes a Hungría

Viajar a Hungría con nuestros circuitos y viajes organizados es viajar a uno de los países más bonitos, interesantes y extraordinarios de Europa. Su capital, Budapest, es una especie de museo al aire libre, donde cada edificio es una verdadera obra de arte, y donde el Danubio y su célebre Puente de las Cadenas aportan un toque adicional de belleza. En Hungría también destacan los balnearios de aguas termales, como los de Gellért y Széchenyi, los museos como la Galería Nacional Húngara, el Museo Húngaro de Ciencias Naturales o el Museo Nacional Húngaro, y una gran colección de espacios naturales maravillosos.

CIRCUITOS
52 circuitos
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Praga y Budapest son dos ciudades increíbles que te enamorarán y seducirán con gran facilidad. Así que, ¿te apuntas a visitarlas con el circuito organizado que te presentamos a continuación?

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Visitando: Praga-Budapest

¿Te apetece descubrir Praga y Budapest en un solo viaje? Ahora, gracias a este circuito organizado para los más mayores, tienes la oportunidad de hacerlo. Así que, ¡no lo pienses más y haz tu reserva ya!

Un país extraordinario en el mismo corazón de Europa

Hungría es una nación con un enorme patrimonio cultural y artístico, que ha recibido, a lo largo de su historia, influencias latinas, germanas y turcas, además de poseer una impresionante naturaleza y ser cuna de grandes músicos como, por ejemplo, Franz Liszt, Ferenc Erkel o Bela Bartok.

No podemos empezar a hablar de la gran Hungría sin hacer referencia a Budapest, su capital y una de las ciudades más bellas de Europa y, por qué no, del mundo entero. Esta ciudad es el resultado de la unión de Buda, en la margen derecha del Danubio, y Pest, en la izquierda. Es una ciudad fascinante, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. El majestuoso Danubio, que baña la capital, ha sido la principal vía de civilización de Europa del norte hasta Oriente Próximo pasando por los Balcanes. Budapest fusiona la belleza y la tragedia con la melancolía propia de un pasado esplendoroso. Hoy en día, esta capital es una alegre ciudad con museos, monumentos, iglesias, sinagogas, balnearios y modernos cafés. Una ciudad que corta la respiración a quien decide visitarla. Pasear por sus calles es admirar el diseño y la arquitectura únicos de sus edificios. Además, la oferta de ocio de la ciudad es enorme ya que cuenta con una espectacular vida nocturna, una ópera con una muy buena relación calidad-precio y, por supuesto, sus balnearios.
Más allá de Budapest existe una Hungría romántica y palaciega, salpicada de palacetes y castillos. Así pues, si queremos conocer Hungría en profundidad, debemos visitar otros muchos lugares repartidos por todo el país, como, por ejemplo, el pueblecito de Esztergom, donde está la maravillosa Basílica de San Adalberto, que se eleva majestuosa en la cima de una colina; o el lago Balatón, alrededor del que hay pequeñas ciudades tranquilas pero llenas de vida, como Balatonfüred y Veszprém. Györ, una de las ciudades más importantes después de Budapest, cuenta con un precioso centro histórico, un paraíso para los amantes de la fotografía por los pequeños detalles que adornan sus edificios.
En Hungría está la sinagoga más grande de Europa (la de la Calle Dohány de Budapest), una de las mayores basílicas europeas (Esztergom), o la necrópolis cristiana más grande del mundo (en Pécs). Además, Hungría cuenta con numerosos museos entre los que cabe destacar el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo Ludwig, la Galería Nacional Húngara, el Museo de Arte Industrial, el Museo Húngaro de Ciencias Naturales, el Museo Nacional Húngaro, el Museo Judío y el Museo de Bellas Artes.
Para aquellos que no estén interesados en el turismo cultural, Hungría tiene también otros muchos encantos para todos los gustos y todas las edades: una gran producción vinícola; una estupenda gastronomía, basada en la carne de caza; una espléndida naturaleza, como el lago Hévíz, el mayor lago de aguas termales en toda Europa (algunos lo consideran el mayor lago termal del mundo); la Reserva Natural de las Colinas de Buda, donde poder disfrutar de la naturaleza y de unas impresionantes vistas panorámicas, o el Parque Nacional Aggtelek, donde se pueden admirar no solo una imponente riqueza de flora y fauna, sino también varias cuevas impresionantes.
Hungría es un país privilegiado en lo que respecta a las aguas termales, ya que su patrimonio en fuentes y manantiales de aguas mineromedicinales está considerado como uno de los más importantes de Europa. Frescos, mosaicos y restos de antiguas casas de baños dan testimonio de una cultura del agua con más de 2.000 años de historia. Elegir un balneario o centro termal en Hungría es solo cuestión de gustos, los hay por todo el país y de todos los estilos. En cualquier caso, es siempre una experiencia inolvidable e imprescindible. Durante la «belle époque» y a lo largo de todo el siglo XX, los balnearios húngaros han sido la atracción preferida de las clases altas, que hicieron del rito de «tomar las aguas» un verdadero acto social. El mítico balneario de Gellért es el más conocido y el más bonito. Se halla situado en el corazón de Budapest, y en el pasado contó entre sus huéspedes a personajes como Luchino Visconti, Arthur Rubinstein, Richard Nixon, Raquel Welch, el Sha de Persia o la reina Juliana de Holanda. Otro balneario imprescindible para cualquier viajero aficionado a las aguas termales es el de Széchenyi, el mayor de Europa y también ubicado en pleno Budapest.