Disfruta de un circuito inolvidable en Croacia y descubre la magia de un país que luce orgulloso toda su belleza y su patrimonio. Los mejores viajes siempre deben incluir diferentes atractivos, y por eso este circuito único te permitirá recorrer las ciudades croatas, como Zagreb, Dubrovnik, Split, Sibenik o Pula, y maravillarte con su patrimonio histórico y cultural. Gracias a nuestros viajes organizados a Croacia podrás también disfrutar de las playas del país y de las plácidas aguas del Mar Adriático, y sentir la calidez del sol mediterráneo mientras saboreas los exquisitos platos de la cocina croata.
Croacia es, actualmente, un destino puntero, y no solo a nivel europeo, sino a escala mundial. ¿Por qué? Por sus espectaculares playas frente al Adriático, por su siempre animado ambiente, de día y de noche, por la belleza de sus ciudades y por la amabilidad y simpatía de sus habitantes.
Hay muchos motivos para visitar Croacia, un país mediterráneo con playas de aguas cristalinas, ciudades medievales que mezclan arquitectura occidental y oriental, respeto por el medio ambiente y en el que cultura, gastronomía y naturaleza conviven con habitantes y visitantes, ofreciéndonos la experiencia de descubrir Croacia formando parte de ella.
Croacia es un país ideal para pasar las vacaciones, practicando senderismo, submarinismo, viajando por sus islas en velero… Y también, por supuesto, disfrutando de su gastronomía, en la que se percibe mucha influencia de la cocina mediterránea, fundamentalmente de países como Grecia, Italia o España. En la cocina nacional, el aceite de oliva y el buen vino son dos ingredientes que no pueden faltar en una comida tradicional croata.
Es una experiencia única perdernos entre mágicos rincones que la historia ha dejado en las calles de sus hermosas ciudades. Por ejemplo, en Ston, una ciudad a unos 60 kilómetros de Dubrovnik, se alza majestuosa, a lo largo de cinco kilómetros, las llamadas “Paredes de Piedra”, la segunda muralla defensiva más grande del mundo, solo por detrás de la famosa muralla china.
La naturaleza, que se nos muestra en todo su esplendor en sus ocho Parques Nacionales y diez Parques Naturales es, sin duda, otro de los muchos atractivos de Croacia. Su costa, que serpentea desde la Península de Istria hasta el sur de Dalmacia, nos proporciona bellas calas, playas, y acantilados. Además, sus hermosas islas con aguas transparentes y un ambiente tranquilo y relajado, nos darán oportunidad de practicar el nudismo, tan asociado a Croacia, o navegar en velero por el Adriático.
Croacia tiene seis lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el casco antiguo de Dubrovnik, sin duda una de las ciudades más bellas de Europa; el Palacio de Diocleciano en Split; el núcleo histórico de Trogir; la Catedral de Santiago de Sibenik; el Parque Nacional de los lagos de Plitvice; o el Conjunto Episcopal de la Basílica de Eufrasio en el centro histórico de Porec (Istria).
La capital croata, Zagreb, es una de las ciudades más agradables de esta parte de Europa. Zagreb es museos (como el curioso museo de las relaciones rotas), música, diseño, arquitectura, gastronomía, pasajes comerciales acristalados, avenidas en forma de anillo enlazando varios parques, tranvías… En la parte alta de Zagreb, la más antigua, se concentran las iglesias y los edificios más emblemáticos, entre escaleras pintorescas, callejones, jardines, plazuelas e incluso funiculares. Una estupenda idea es darse un paseo por estas calles con aire señorial y bastante solitarias, en alguno de cuyos rincones aún se conserva la elegancia que debió de tener hace años. El corazón de esta parte de Zagreb es la plaza Markov, presidida por la Iglesia de San Marcos, del siglo XIII, uno de los edificios más emblemáticos con su colorido tejado representando los escudos medievales del país y la ciudad.
Zagreb cuenta también con una animada vida al aire libre. En la capital podemos encontrar, en cualquier época del año, ya sea verano o invierno, muchísimas terrazas llenas de gente tomando un café (en Zagreb se disfruta de una auténtica cultura del café) y disfrutando del mero hecho de ver pasar la vida.
Además de su hermosa capital, Croacia cuenta con otras muchas ciudades interesantes que merecen una visita, como Dubrovnik (la antigua Ragusa), una ciudad preciosa a la que no le falta de nada. Está amurallada y sus edificios son de una belleza que hará que no nos cansemos de recorrer sus calles empedradas; Split, con su majestuoso palacio romano de Diocleciano; Sibenik, con su enorme catedral de piedra caliza y mármol; y Pula, en la que podemos admirar la Puerta de Hércules, el templo de Augusto o el Arco del Triunfo de Sergii.