Viaje a Italia: Circuito Venecia y Florencia

Día 1: España – Milán. Lo mejor de Italia te espera

Hay lugares en el mundo de ésos que no puedes perderte. ¿Quieres aumentar tu bagaje como viajero? Pues para ello debes visitar Italia y ahora tienes una oportunidad de oro. En sólo cinco días, vas a conocer algunos de los puntos más espectaculares del Viejo Continente. La elegancia de Milán, la extrema belleza de Florencia o el encanto único de Venecia te esperan en un recorrido inigualable y lleno de experiencias.

Es la hora de hacer la maleta, preparar la documentación y desplazarse hasta el aeropuerto. Trata de llegar, por lo menos, con dos horas de antelación para así poder facturar tu equipaje sin problemas. Ya con la tarjeta de embarque en la mano, sólo tendrás que esperar que salga tu vuelo directo hasta Milán. En cuanto recuperes tu maleta, sal a la calle para subirte al autobús que te estará esperando para llevarte hasta tu hotel. Y a partir de ese momento, ¡tú decides!

Tienes todo el resto de la jornada libre, así que el plan está en tu mano. Puedes quedarte descansando en el hotel hasta la hora de reunirte con tu guía para que te explique cómo está planteado el resto del viaje. O puedes hacer una primera incursión por Milán para pasear entre sus elegantes tiendas, posar frente a la espectacular catedral o hacerte una foto ante el famoso Teatro de la Scala. Y cuando quieras, regresa a tu hotel para descansar porque mañana arrancaremos a primera hora…

Día 2: Milán – Lago de Garda – Padua – Venecia. ¡Tu cámara de fotos echará humo!

Disfruta de tu primer desayuno en tierras italianas porque hoy tienes por delante una jornada repleta de actividad. Nada más acabar la primera comida del día, iniciarás una visita panorámica por los principales puntos de interés de la capital lombarda. Seguro que te quedas impresionado con el espectacular Castello Sforzesco, que lleva más de siete siglos convertido en uno de los símbolos de Milán. Respira aire puro en el acogedor Parque Sempione y disfruta del ambiente de la Vía Dante y la Plaza Cordussio. Siéntete un cliente VIP en alguna de las tiendas de la preciosa Galería de Vittorio Emmanuele o frente al Teatro de la Scala. Y por supuesto, quédate prendado de una de las catedrales más fabulosas de toda Italia, el Duomo milanés, con capacidad para más de 40.000 feligreses.

Después de sacarle todo el jugo a la capital de la Lombardía, toca subirse al autobús. ¡Ya sabías que este día iba a ser de lo más intenso! Tu próximo destino está en la costa sur del lago Garda. Es la pintoresca localidad de Sirmione, una población muy apreciada por sus aguas termales. Y no viene de ahora, porque ya en la época romana los nobles disfrutaban de las propiedades curativas de sus balnearios. No sólo de las aguas vive Sirmione, enseguida lo verás, porque su casco histórico, enclavado en una península que se adentra en el lago, es una delicia para la vista. El edificio más representativo, ese que verás desde casi cualquier punto, es el castillo Rocca Scaligera. ¿Sabías que para acceder a él tienes que cruzar un puente levadizo sobre las aguas?

Tu cámara de fotos no va a tener descanso hoy porque, después de Sirmione, llega el turno de Padua. Al llegar, contarás con tiempo libre para disfrutar de sus principales monumentos. No te pierdas la Basílica de San Antonio, construida entre los siglos XIII y XIV para convertirse uno de los mejores exponentes del gótico italiano. En su interior, además de varias preciosas obras escultóricas, encontrarás los restos del santo. La jornada concluye con otro pequeño tramo de autobús para llevarte hasta tu hotel en la región de Véneto, próximo a Venecia, donde podrás disfrutar de una suculenta cena y descansar.

Día 3: Venecia. El eterno encanto de una ciudad única

Hoy es el día en el que, por fin, vas a conocer Venecia. ¿Estás listo? Asegúrate de que tienes batería y espacio suficiente en tu cámara de fotos porque la Serenísima es una de las ciudades más espectaculares y especiales que puedes visitar en todo el mundo. Y la mejor forma de acercarte a ella es a través del agua, así que en cuando acabes tu desayuno, te subirás a una embarcación para, acompañado de un guía de habla hispana, darte un paseo fluvial por la Laguna Veneciana, donde se localizan las islas más conocidas del archipiélago. Contempla las espléndidas playas de Lido, donde cada año se celebra el famoso festival de cine de la ciudad; fotografía Murano, famosa por sus creaciones en cristal, y posa frente a la soberbia fortaleza de la isla de Sant’Andrea.

Y navegando, navegando, llegarás hasta el corazón de Venecia, donde te esperan numerosos monumentos de enorme belleza. Admira la perfección de la cúpula de Santa María de la Salud, construida en el siglo XVII para cumplir una promesa tras el fin de la epidemia de peste; contempla el majestuoso exterior del Palacio Ducal, ya en plena plaza de San Marco, a la que accederás a través de la Piazzeta. ¡No querrás marcharte nunca de este lugar! Pero tenemos una propuesta para ponerle un broche de oro a la jornada: una visita a una fábrica del archiconocido cristal de Murano. ¡Es un verdadero arte! El resto del día lo tienes a tu disposición. Si quieres, puedes dejarte llevar y recorrer sin rumbo fijo el precioso casco histórico de Venecia. Otra posibilidad es apuntarte a la excursión opcional en la que un guía local te mostrará “la Venecia Escondida”, es decir, los rincones más pintorescos de la ciudad. Además, si quieres completar el día por todo lo alto, también podrás dar un paseo opcional en góndola por los mágicos canales venecianos.

Día 4: Venecia – Florencia. Una belleza que te dejará con la boca abierta

Amanece en Venecia y ha llegado el momento de que te despidas de sus canales, de sus palacios y de sus iglesias. Es la hora de decirle adiós a una ciudad especial para visitar otra localidad llena de encanto. Cuando acabes tu desayuno en el hotel, un autobús te estará esperando para llevarte hasta Florencia. Prepárate porque la belleza de esta ciudad puede dejarte tocado: ¡aquí brotó el llamado Síndrome de Stendhal, un malestar originado por la exposición a obras de arte de gran hermosura!

¿Quieres saber qué impactó tanto al escritor francés? En cuanto llegues a la capital florentina, lo vas a poder comprobar iniciando una completa visita panorámica por los principales monumentos de la ciudad. La primera parada es el fabuloso Duomo o Catedral de Santa María del Fiore, con su excepcional cúpula, un hito en la historia de la arquitectura firmado por Philippo Brunelleschi. Fotografía también el exterior del Baptisterio y disfruta de un paseo por el encantador Ponte Vecchio, una construcción de origen medieval que conecta las dos orillas del río Arno. No te pierdas la espléndida Plaza de la Señoría, cuya clásica forma de L es considerada desde hace siglos como el corazón de la capital toscana.

La tarde está a tu completa disposición. ¿Qué te apetece hacer? ¡Tienes mil opciones para elegir! Bucea entre obras de arte en la impresionante Galería de los Uffizi, fotografía el Palacio Pitti o inicia una ruta por las preciosas iglesias de la ciudad, como Santa María Novella o la Basílica de San Lorenzo. También tienes la posibilidad de hacer una visita opcional a dos de los tesoros más relevantes de Florencia: el David de Miguel Ángel, obra cumbre de la escultura universal; y las Capillas Mediceas, con más de 50 tumbas de los Médici, la Sacristía Nueva de Miguel Ángel o la Capilla de los Príncipes de Buontalenti. Para acabar la jornada, regresa a tu hotel para disfrutar de la cena de despedida de Italia y pasar la noche.

Día 5: Florencia – España. Arrivederci, Italia!

Han sido cinco días de experiencias irrepetibles, de ésas que se quedarán guardadas en tu memoria para siempre. Has conocido el elegante encanto de Milán, has paseado por la preciosa Sirmione y te has quedado prendado de Padua antes de vivir un idilio con dos de las ciudades más espectaculares del mundo. Primero, Venecia, con sus canales, sus palacios, sus iglesias y su encanto único. ¡No hay otra ciudad como la Serenísima! Y después, Florencia, una de las localidades del mundo con más belleza por metro cuadrado.

Pero ha llegado el momento de preparar de nuevo la maleta porque hay que regresar a casa. Disfruta del último desayuno en tierras italianas y aprovecha el tiempo libre del que dispondrás hasta la hora de desplazarte al aeropuerto. Aprovecha para darte un último paseo por Florencia, colgar una última foto en tus redes sociales o hacer alguna compra más. A la hora convenida con la organización, regresa al hotel para subirte al autobús que te llevará al aeropuerto. ¡Buen viaje de regreso!