Viaje a China: Circuito Lo mejor de China con Luoyang

Día 1: España – Beijing. Siente cómo te invade la emoción del gran viaje

El viaje, de hecho, ya ha comenzado cuando te has levantado, ya que te visualizas en el avión, aterrizando en Beijing, saboreando los primeros momentos en la gran China… Lo bueno de un gran viaje es que empiezas a degustarlo días antes de la partida, ilusionado por todo lo que vas a vivir y sentir, por colores, olores, sabores que no olvidarás por mucho tiempo que pase desde tu vuelta.

Ya queda menos, viajero, para que vueles hacia uno de los destinos más deseados de todo el mundo, después de cumplimentar todos los trámites previos al embarque… en menos de lo que esperas, estás acomodado en tu asiento y preparado para que el largo viaje se te haga lo más corto posible.

Gracias al entretenimiento de a bordo del avión y a tus propios medios (una agradable lectura, tu música favorita, la emoción de repasar las guías de viaje, unas horas de reparador sueño), China está cada vez más cerca, con la impresionante Beijing como primera toma de contacto con tierras asiáticas y protagonista de unas espectaculares vivencias que harán que el viaje comience a lo grande.

Día 2: Beijing. El primero de una larga lista de días inolvidables

Uno de los momentos destacados en cada viaje lo marca el ruido de los motores del avión, cuando se empieza a abandonar el punto de partida para acercarse, cada vez más, al destino soñado. El viaje ya está en marcha, y la espera se hizo más grata con todo tipo de ideas para entretenerse, desde la lectura de un libro a la visión de una película o a la consulta a alguna guía de viaje que has traído contigo para preparar tus sentidos ante las agradables sorpresas que se acercan cada vez más.

En todo caso, llegará otro de los momentos esperados: el aterrizaje, en este caso en el aeropuerto internacional de Beijing, cuando cada vez faltará menos para tomar el primer contacto con el lugar que escogiste para disfrutar de unos días para el recuerdo: carteles con caracteres orientales, sonrisas a tu paso, mucho bullicio… ¡Ya estás en Beijing, ya estás en China, viajero!

El proceso para empezar a disfrutar de un gran país continúa con los pasos que ya conoces: aterrizaje, recogida de equipajes, traslado al alojamiento… el hecho es que ya estás instalado en Beijing y que, además, dispones de unas horas de tiempo libre para empezar a sentir y vivir esta espectacular ciudad. Tú mandas, viajero: te terminas de acomodar en el hotel de cara al día siguiente, das un paseo por los alrededores… en todo caso, ya pisas suelo asiático, como protagonista de una experiencia que será sensacional.

Día 3: Beijing. Jornada de visitas únicas en la capital

Durante el desayuno en tu hotel, y después de descansar en tu primera noche en China, ya empiezas a pensar en todo lo que vas a vivir en esta segunda jornada en tierras asiáticas, en un lugar en el mundo tan espectacular como Beijing, una capital que no pertenece a ninguna provincia, ya que depende directamente del poder central.

La primera visita será a la Ciudad Prohibida (también denominada Museo del Palacio Imperial), un asombroso conjunto de construcciones palaciegas construido a principios del siglo XV por orden del emperador Yong Le que fue la residencia oficial de 24 emperadores hasta 1911. ¿Por qué la Ciudad Prohibida? Porque solo los miembros de la familia imperial y los de la corte, además de algún ciudadano con permiso especial, podían entrar en este legendario enclave representativo de la gloria imperial.

La experiencia sorprende siempre por su espectacularidad: 980 edificios (más de 9.000 habitaciones) repartidos armónicamente en una superficie de 72 hectáreas, entre las que destacan, por su popularidad y singularidad, impresionantes estancias como el Salón de la Armonía Suprema, el Salón de la Armonía Central y el Salón de la Armonía Conservada.

Por si no bastase con el impresionante encuentro con la Ciudad Prohibida, la jornada te depara, viajero, otra experiencia inolvidable: la visita a la Plaza de Tiananmen, centro geográfico y político de Beijing. Una impactante superficie de 44 hectáreas cuyo nombre significa “Plaza de la Puerta de la Paz Celestial”, por la gran puerta que comunica la plaza con el Palacio Imperial, y que se ha convertido en el lugar más destacado de Beijing, y una de las plazas más populares del mundo después de que el presidente Mao Zedong proclamara la República Popular China en ella y por las revueltas populares que se hicieron globalmente famosas en 1989.

La plaza es tan grande que, además, alberga algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como el Gran Palacio del Pueblo (sede de la Asamblea Nacional Popular), el Mausoleo de Mao Zedong, el Museo Nacional de Historia y de la Revolución, el Monumento a los Héroes del Pueblo o la Torre de Tiananmen.

La jornada continúa de una manera excepcional gracias a la visita al Palacio de Verano, construido en 1750 y reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1998. Consta de 300 hectáreas, en las que se encuentran los diversos edificios que servían para alojar, durante siglos, a la familia imperial china en sus periodos de vacaciones y ocio, en un espectacular entorno poblado por jardines, pabellones, puentes y teatros. Todo un despliegue al servicio del poder imperial, cuyo legado sigue sorprendiendo a los visitantes.

Día 4: Beijing. A las afueras de Beijing para visitar la Gran Muralla

¿Qué le falta al imponente listado que forman el Taj Mahal de la India; el Coliseo romano; Chichén Itzá, en México; Machu Picchu, en Perú; Petra, en Jordania, y la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro? Todas forman, junto con la Gran Muralla China, las Siete Maravillas del Mundo Moderno, una nómina de prodigios erigidos por el hombre y que asombran a todo el que las visita. Así que, viajero, aprovecha bien la hora del desayuno que te espera una de las construcciones más legendarias y populares de todos los tiempos.

Hace más de 2.000 años que los chinos levantaron la Gran Muralla China para defenderse de los pueblos invasores que llegaban desde tierras del norte, como los mongoles y los manchúes. Consiguieron tal resultado que ha asombrado a miles y miles de personas a lo largo de los siglos, una maravilla de la construcción que mereció, en 1987, el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987. Algo lógico para una muralla que llegó a superar los 21.000 kilómetros de longitud, de los que 10.000 quedan en pie… entre los que se encuentran los que vas a visitar, a muy poca distancia al norte de Beijing, con una excelente conservación.

Durante el reparador almuerzo, tendrás frescas las impactantes imágenes de la Gran Muralla, pero llega la hora de disfrutar de nuevas sorpresas con la visita, de vuelta en la ciudad, a algunos de los estadios e instalaciones construidas para los JJ.OO. de Beijing de 2008. Entre ellos destaca el Estadio Nacional, rebautizado como “Nido de Pájaro”, por su parecido a un nido de estos animales, representado por un colosal enrejado de acero: un prodigioso esfuerzo arquitectónico a la altura del que fuera centro neurálgico de la competición.

Otra de las muestras superlativas de audacia y originalidad la podrás disfrutar al ver el Centro Acuático Nacional, llamado el “Cubo del Agua”, porque parece una caja formada por miles de burbujas… Todo un contacto con el fruto de la creatividad y el esfuerzo humanos, después del cual podrás asistir, como invitado especial, a una espectacular cena de bienvenida, con el mundialmente famoso pato laqueado al estilo pequinés como el plato estrella.

Día 5: Beijing – Xian. Probando la alta velocidad china

Buenos días desde Pekín. Nada más levantarte desayunamos tranquilamente hasta la hora indicada en la que iremos a conocer el último monumento en la capital china.

Conoceremos el Templo del Cielo, considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un monumento precioso que merece la pena una visita.

Después de esta visita será cuando nos montemos en un tren de alta velocidad que nos llevará a Xi’an. Una vez en esta gran ciudad, nos dirigiremos al hotel donde podremos descansar.

Día 6: Xi’An. El ejército más antiguo que has visto jamás

El listón está muy alto después de los primeros días de este gran viaje por China: Beijing, la Gran Muralla China… Pues prepárate, viajero, que hoy toca conocer el Museo de Guerreros y Corceles de Terracota (el mausoleo del emperador Qinshihuang), por lo que merece la pena aprovechar el desayuno buffet de tu hotel para cargarte de energía y disfrutar de cada minuto de esta fascinante jornada. Cuando llegues a este excepcional museo, situado a unos 35 kilómetros al noreste de Xi’an, pisarás otro de los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en este caso en 1987.

Toda gran historia tiene un gran comienzo, y así pasó en este prodigioso enclave: en el siglo III a.C., el emperador Qinshihuang mandó construir un ejército, inanimado pero impactante, de 7.000 guerreros tallados en terracota a tamaño natural… con sus caballos y armaduras y con sus carros de guerra, para que durmiesen con él el “sueño eterno”. Curiosamente, todo este esfuerzo quedó en el olvido, sepultado bajo tierra, durante más de 2.000 años, hasta que, en 1974, una cuadrilla de trabajadores de una obra de infraestructuras descubrieron, boquiabiertos, al ejército desconocido. El gobierno chino echó, lógicamente, el resto para levantar un museo en el que se pueden observar las tallas (no se descarta que aparezcan nuevas) y todo tipo de detalles. Viajero: habrás oído hablar de ellos, habrás leído sobre ellos… ahora estás allí.

Después de este impactante encuentro con el legado de un emperador que consiguió erigir uno de las construcciones funerarias más asombrosas del mundo, llega el turno de almorzar para prepararse ante la jornada de tarde, que seguirá deparando gratas sorpresas, tanto en el templo Jianfu como en la Gran Mezquita del Barrio Musulmán.

El primero de ellos destaca por ser es el santuario más destacado de todo Xi´an, con la Gran Pagoda de la Oca Silvestre (singular templo budista de 64 metros de altura) como elemento arquitectónico más destacado y popular. En cuanto a la mezquita, construida en el siglo VIII, es una de las más grandes de toda China, con cerca de 13.000 metros cuadrados… llega la noche, y el momento de volver al hotel para descansar ante lo qe te espera y te sorprenderá al día siguiente.

Día 7: Xian - Luoyang. Disfrutando de la naturaleza china

Hoy va a ser un día apasionante ya que vamos a conocer Luoyang. Antes de nada, desayunaremos en Xi’an y nos despediremos de esta gran ciudad como es debido. Luego nos trasladarán a la estación y nos montaremos en un tren de alta velocidad para llegar hasta Luoyang.

Una vez en esta milenaria urbe, la primera experiencia que viviremos será adentrarnos en las grutas de Longmen, un lugar sorprendente por las numerosas cuevas creadas por cada dinastía que ha gobernado el país y por el entorno natural que le rodea. Almorzaremos en este idílico enclave y volveremos a la ciudad para finalizar el día recorriendo la ciudad antigua.

Día 8: Luoyang. Conociendo los entresijos del Kung Fu

China está siendo un país fascinante. Su cultura basada en el budismo y su filosofía hacen que esté siendo una experiencia única. Hoy nos empaparemos aún más de sus tradiciones ya que conoceremos monumentos que nos hablarán de su historia y orígenes. Pero primero de todo desayunaremos hasta la hora indicada en la que nos vendrán a buscar para llevarnos al mítico Templo ShaoLin, donde dicen los manuscritos chinos que aquí se practicó por primera vez el Kung Fu, el arte marcial más famosa de china.

De hecho, será aquí donde veamos una demostración real de esta práctica. Luego almorzaremos en un restaurante local y continuaremos hacia Templo del Caballo Blanco, el primer templo budista en China. Luego iremos al hotel a descansar.

Día 9: Luoyang - Shanghái. Un día de viaje necesario

La jornada de hoy la pasaremos viajando. Pero este trámite lo debemos llevar a cabo para llegar al destino final del día, la maravillosa Shanghái. A la hora que nos digan, nos vendrán a buscar para llevarnos al tren de alta velocidad que nos transportará hasta la gran ciudad y una vez allí podremos ir al hotel a descansar.

Día 10: Shanghái. Descubriendo la importante ciudad portuaria

Qué maravilloso está siendo este viaje. Hoy vamos a descubrir lo mejor de Shanghái la ciudad más grande del país y centro económico. Desayunamos tranquilamente y luego salimos a la calle para comenzar a conocer los monumentos más interesantes.

El primero será la Torre Jinmao, torre que mide 420m y tiene 88pisos. Después daremos un maravilloso paseo por el Malecón de la ciudad. El Templo de Buda de Jade será lo próximo que visites. En este templo descansan numerosas figuras de Buda, pero la más impresionante es una que mide 2 metros de altura y pesa 200 kg. Para finalizar, daremos un paseo por casco antiguo de la ciudad.

Día 11: Shanghai – España. Vaya, parece que tu gran viaje toca a su fin…

Beijing, Xi'an, Suzhou, Shanghai… los recuerdos siguen frescos en tu mente, tanto por las maravillas presentes en estas ciudades como por el espectacular despliegue natural y de imponentes construcciones de sus alrededores. Lugares únicos, incomparables, prodigiosos, disfrutados día tras día.

Has recorrido el camino desde que decidiste emprender este viaje hasta que este periplo ha llegado a su fin, con todo tipo de magníficas experiencias cuyo recuerdo te acompañará para siempre. Sales de China, pero China no saldrá de ti.

Ya termina tu último desayuno, en este caso en el hotel de Shanghai, antes de que te lleven hasta el aeropuerto, donde recorrerás el camino inverso, de este a oeste, cargado de recuerdos y buenas sensaciones. Te agradecemos tu confianza para emprender esta aventura a miles de kilómetros de casa, un viaje que acaba de terminar para inaugurar la cuenta atrás de tu próximo conocimiento de fascinantes lugares en el mundo. ¡Hasta la próxima, viajero!

NOTA: Según el horario del vuelo seleccionado, el regreso puede ser el mismo día o al día siguiente, manteniéndose el mismo número de noches en destino.