Viaje a China: Circuito China clásica y Osos Panda

Día 1: España - Beijing. ¡Adelante, viajero, puedes embarcar!

Estás a punto de empezar ese viaje que has estado planificando durante tanto tiempo. ¿Nervioso? Tal vez lo estés. Lo que debes hacer, desde que te levantes, es empezar a disfrutar cada momento, sí, incluso cuando tengas que esperar tu turno para facturar tus cosas, o cuando tengas que pasar los pertinentes controles de policía y, más tarde, esperar el momento de embarcar.

No malgastes ni un minuto y aprovecha cada hora. Si lo has hecho así, antes de que te des cuenta, estarás a bordo del avión, sentado en tu asiento y sentirás como el avión se pone en marcha, primero lentamente y enseguida a toda velocidad para elevarse y poner rumbo a Oriente.

Después de pasar la noche en el avión, repasando mentalmente todo lo que te espera en los próximos días, mirando y remirando tu guía de viaje y durmiendo, a ratos, una voz te avisará de que estás a punto de pisar tierra en la República Popular China. ¿Empezamos, viajero?

Día 2: Beijing. Tomando tierra en la capital de China

¿Un viaje largo? Seguro que ha sido más corto de lo que esperabas y que, entre leer algún libro, repasar tu guía de viaje, tal vez ver alguna película y dormir, las horas han pasado rápidas. Entra el sol por las ventanillas del avión, se oyen conversaciones, los pasajeros van de un lado a otro… y, de pronto, la voz del comandante anuncia que tienes que ponerte el cinturón de seguridad porque estás a punto de aterrizar en el aeropuerto de Beijing.

Ya estás en tierra y no te cabrá duda de que estás en China en cuanto empieces a cruzarte con gente que tiene unos rasgos diferentes a los tuyos y trates de leer unos carteles con unos símbolos que no entiendes. Cada vez te sentirás más entusiasmado y te dirás, con una sonrisa, que ya estás en China.

Recogerás tus maletas, pasarás por inmigración y encontrarás a la persona que te acompañará a tu hotel. Una vez que te hayas registrado y dejado tus cosas en tu habitación, podrás hacer lo que quieras, a partir de este momento no hay ningún horario. Hasta que sea hora de dormir, tienes varias opciones: pasear un rato para empezar a sentir la ciudad, o quedarte tranquilamente en el hotel para descansar y dejar a tu cuerpo y a tu mente que se hagan al cambio de horario.

Día 3: Beijing. Disfruta al máximo de esta jornada en Beijing

Te espera un día inolvidable. Tras un buen desayuno para enfrentarte a una jornada muy intensa, visitarás una serie de lugares que te ayudarán a entender mejor qué y cómo es esta gran capital. A propósito, Beijing no forma parte de ninguna región ni provincia, sino que, administrativamente, depende solo del gobierno de la República Popular China.

Tu primera visita de hoy será a la Ciudad Prohibida, cuyo verdadero nombre es Museo del Palacio Imperial, pero se la llama Ciudad Prohibida porque, en los tiempos de la monarquía, solo podían entrar en este enorme conjunto de edificios, los pertenecientes a la familia real, mientras que el resto de la población solo podían hacerlo con un pase especial.

La Ciudad Prohibida la mandó edificar, en 1406, el monarca Yong Le. En ella vivieron, hasta 1911, un total de veinticuatro reyes. Este espectacular lugar es grandioso. Ocupa setenta y dos hectáreas y, en su interior, se encuentran casi mil edificaciones diferentes, concretamente novecientas ochenta, con más de nueve mil salas. De todos los edificios de la Ciudad Prohibida, los más famosos y espectaculares son: el Salón de la Armonía Central, el Salón de la Armonía Suprema y el Salón de la Armonía Conservada.

Concluida esta visita inolvidable, irás a conocer un lugar, que representa uno de los sitios más importantes de Beijing. Nos referimos a la Plaza de Tiananmen. Esta enorme plaza, de cuarenta y cuatro hectáreas, es el corazón de la capital, tanto desde el punto de vista geográfico, como desde el punto de vista político.

Tiananmen quiere decir “Plaza de la Puerta de la Paz Celestial” porque ese es el nombre de la puerta que da acceso al Palacio Imperial desde la misma plaza. Siempre fue un sitio de gran importancia en Beijing, pero adquirió muchísimo más relieve cuando Mao Zedong proclamó en ella la República Popular China. En la actualidad, en Tiananmen están varios de los lugares más importantes de Beijing, por ejemplo, el Mausoleo de Mao Zedong, el Museo Nacional de Historia y de la Revolución, el Gran Palacio del Pueblo, donde se encuentra la Asamblea Nacional Popular, la Torre de Tiananmen o el Monumento a los Héroes del Pueblo.

A continuación, irás a ver las hermosas edificaciones que constituyen el Palacio de Verano. Este Palacio fue, a lo largo de varios cientos de años, el sitio donde la familia real se retiraba a descansar. Fue edificado en 1750 y, desde 1998, es Patrimonio de la Humanidad. Sus trescientas hectáreas están llenas de edificios destinados a representaciones teatrales, parques, salones y puentes.

Día 4: Beijing. Estadios olímpicos y… ¡La Gran Muralla!

Taj Mahal (India), Machu Picchu (Perú), Coliseo (Roma), Petra (Jordania), Cristo Redentor (Río de Janeiro), Chichén Itzá (Méjico), Gran Muralla (China)… Como bien sabes, son las siete Maravillas del Mundo Moderno. Hoy vas a ver una de ellas. No sabemos si será la primera para ti o no, pero, de cualquier forma, prepárate con un buen desayuno y, después estarás listo para llevar a cabo una de las visitas más impactantes de tu viaje. Verás y caminarás por la Gran Muralla.

Esta maravilla la edificaron los chinos hace más de dos mil años con objeto de mantener fuera de su territorio a los pueblos del norte (manchúes y mongoles). Se calcula que esta impresionante muralla, Patrimonio de la Humanidad desde 1987, tuvo una longitud de 21.196 kilómetros. De los, aproximadamente, diez mil que no han desaparecido a lo largo de los años, unos pocos de los que mejor se conservan se encuentran al norte, cerca de la capital. Además, son de los que más impactantes resultan y son esos, precisamente, los que vas a conocer en esta jornada.

Cuando termines de comer, volverás a Beijing para visitar, solo por fuera, varios de los edificios construidos para la conmemoración de los Juegos Olímpicos que tuvieron lugar en 2008 en la capital de China. Verás el llamado “Nido de Pájaro”, que no es otro sino el Estadio Nacional. Se le llama así por que está formado por una enorme trama metálica que le da aspecto de nido. “El Nido de Pájaro” fue el corazón de las prácticas deportivas de los Juegos.

Otro de las construcciones dignas de admirar es el “Cubo de Agua” (Centro Acuático Nacional). Este edificio está concebido con forma de una caja hecha con cientos y cientos de pompas y salió del estudio de arquitectura PTW Architects. Como final de la jornada, te habrán preparado una cena para darte la bienvenida y en ella podrás degustar un magnífico pato laqueado.

Día 5: Beijing - Xi'an. Ponte en marcha, te esperan en Xi’an

Viajero, tal vez se te ocurra pensar que después de haber visto la Gran Muralla, ya poco te puede sorprender. Espera y verás. Antes de llegar a Xi’an y descubrir la enorme sorpresa que te tiene reservada, tienes más cosas qué hacer: desayunar fuerte, visitar el último punto interesante que te queda por conocer en Beijing y, luego, tomar un ferrocarril de alta velocidad hasta tu siguiente destino.

Vayamos por orden. Después del desayuno, irás a conocer el Templo del Cielo, un lugar que no te puedes perder por nada del mundo. El Templo del Cielo está hacia la parte sur de la Ciudad Prohibida y es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1998. Es el mayor templo de todo el país.

Edificado en 1420, este impresionante edificio es una muestra de lo que fue la pasada época del imperio chino. De todas las construcciones de las que consta, la más bonita y famosa es el Pabellón por la Oración de la Buena Cosecha. A continuación, finalizada la visita, degustarás una magnífica comida.

Una vez finalizado tu almuerzo, tomarás un ferrocarril de alta velocidad para dejar atrás la capital de China y poner rumbo a la región de Shaanxi, concretamente a su capital, la ciudad de Xi’an, que tiene una historia superior a los tres mil años y que se encuentra en la parte centro este del país.

En la antigüedad, de Xi’an salía la ruta de la seda y fue la capital imperial durante cientos de años. Además de todo esto, no olvides que en Xi’an se encuentra el famoso conjunto de soldados de barro, sin olvidar muchas otras cosas interesantes. Pero todo esto es lo que conocerás en la jornada de mañana. Por ahora, solo tendrás tiempo de registrarte en tu hotel de la ciudad e irte a dormir.

Día 6: Xian. Jornada de aventuras en la histórica Xi’an

En cuanto des buena cuenta del buffet del desayuno, tendrás que ponerte en camino. Hoy tienes por delante una serie de visitas que te obligarán a estar en plena forma para no perderte absolutamente nada. Lo primero que hay en tu agenda para el día de hoy es una de las visitas más interesantes y asombrosas de este viaje: el Museo de Guerreros y Corceles de Terracota, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987.

Se trata de un lugar auténticamente espectacular, al noreste de Xi’an, aproximadamente a treinta y cinco kilómetros de la ciudad y que no es otra cosa sino el impresionante monumento funerario del emperador Qinshihuang, que ordenó su construcción en el siglo III antes de Cristo para que le sirvieran de compañía en el más allá.

Está formado por más de siete mil soldados esculpidos en barro y de tamaño real, acompañados por sus carros y caballos. Este inusual mausoleo estuvo enterrado más de dos mil años y, por fin, en 1974 lo encontraron unos trabajadores. En la actualidad, no solo se visita el museo propiamente dicho, además, podrás ver, bajo un techo, lo que fueron los primeros descubrimientos. En estos, se cree que aún es posible encontrar más figuras.

En este punto de la jornada, será el momento de tomarte un descanso y comer. Cuando lo hayas hecho, seguirás visitando otros lugares muy especiales de Xi’an, como, por ejemplo, la Gran Pagoda de la Oca Silvestre,de sesenta y cuatro metros de alto en el Templo Jianfu. La Gran Mezquita, por su parte, es de las mayores del país, fue construida en el siglo VIII y tiene una superficie de unos trece mil metros cuadrados. En este punto, habrás terminado las emociones de la jornada y solo quedará volver a tu hotel para un merecido descanso.

Día 7: Xian - Chengdu. Rumbo a la provincia de Sichuan

Hasta ahora, estamos seguros de que has vivido momentos intensos y emocionantes, ¿a qué sí?, y de que no será fácil que olvides lo que has experimentado en Xi’an. Pero tu estancia en esta ciudad se ha terminado y tienes que seguir tu camino. Hoy dejarás Xi’an para ir hacia tu siguiente etapa: Chengdu.

Empezarás el día con un buen desayuno en el hotel y, luego, irás a la estación de Xi’an para, desde allí, viajar a la capital de la región de Sichuan. Chengdu es una hermosa ciudad, famosa porque en ella está el Centro de Cría del Oso Panda. En ninguna otra parte del mundo existe una reserva como esta, situada dentro de un entorno metropolitano.

Mañana será el día en que visitarás a los pandas que viven en este lugar de cría de Chengdu. Después, te llevarán a tu hotel para registrarte y, una vez asignada tu habitación, irte a dormir.

Día 8: Chengdu. Un día inolvidable rodeado de osos panda

¿Alguna vez habías pensado que verías muy cerca de ti a un grupo de pandas gigantes?, ¿no? Pues hoy lo vas a hacer. Primero, como todos los días, hay que desayunar bien para, a continuación, hacer unos escasos diez kilómetros que es la distancia que separa la ciudad de Chengdu del espectacular Centro de Cría del Oso Panda, único centro de esta clase que hay en un entorno metropolitano.

Este centro tiene una extensión de trescientos setenta kilómetros cuadrados y se dedica, únicamente, a proteger al oso panda gigante, ya que estos animales están en peligro de desaparecer. Según cálculos aproximados, solo existen algo más de mil ejemplares en todo el mundo. Para conseguirlo, lo que se hace es procurar reproducir, de la forma más exacta posible, el entorno natural en el que viven estos mamíferos.

Disfrutarás viéndolos comer, jugar e interaccionar. Verás, también, otros animales que conviven con los pandas, como la grulla de cuello negro y la cigüeña y conocerás el Museo del Panda Gigante.

Después de disfrutar toda la mañana con los pandas gigantes, será la hora de comer y, más tarde verás una de las esculturas de Buda más impresionantes que te puedas imaginar. Se trata del Gran Buda de Leshan, la mayor efigie de Buda del mundo, construida en piedra y que tiene una antigüedad superior a los mil doscientos años. Es verdaderamente increíble: tiene setenta y un metros de alto, está esculpida en el muro de roca de un acantilado y se encuentra rodeada de todo tipo de plantas. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996, su visión es capaz de dejar atónito a quien la contempla.

Día 9: Chengdu - Shanghái. ¡Bye, bye, panda!

Nada más terminar de desayunar, te llevarán al aeropuerto de Chengdu para volar a la ciudad más variopinta, actual e internacional de China: Shanghai. En esta enorme ciudad viven más de veinte millones de personas, lo que la convierte, según la ONU, en la segunda ciudad con más habitantes del mundo, solo por detrás de Tokio.

Shanghai está situada en la parte este de China, en el delta que forma la desembocadura del Yangtsé y, al igual que Chongqing, Beijing y Tianjin, no pertenece a ninguna región autónoma ni a ninguna provincia, sino que está bajo el mando directo del gobierno central.

Llegarás a Shanghai un poco tarde, por lo que, desde el aeropuerto, irás directamente al hotel elegido para registrarte y, ya en tu habitación, descansar hasta mañana, cuando podrás visitar lugares de la ciudad con un gran interés, como, por ejemplo, la zona más antigua de la ciudad, el muelle, el Templo del Buda de Jade o los jardines Yuyuan.

Día 10: Shanghái. Un genial recorrido por la gran Shanghai

Probablemente, Shanghai sea uno de los lugares que más te apetecía visitar cuando planeaste venir a China. Es normal porque, desde luego, es una ciudad increíble repleta de lugares para ver y cosas para hacer. Por lo tanto, como no queremos defraudarte, vamos a empezar. No te olvides, por muchas ganas que tengas de empezar tus visitas, de tomar un buen desayuno antes de salir del hotel. ¿Hecho?, ahora estás listo para admirar varios de los sitios más representativos de Shanghai.

Primero, subiremos a la Torre Jin mao de 420 metros y 88 pisos, desde donde disfrutaras de unas impresionantes vistas a la ciudad.
Después podrás caminar por el llamado Bund, que es el muelle de Shanghai. Desde él te será fácil darte cuenta de las diferencias que hay entre un lado y otro del Yangtsé: por un lado, están las antiguas edificaciones coloniales y, por el otro, apreciarás las espectaculares imágenes del Pudong, que es el barrio de los negocios. En esta parte se concentra la gran mayoría de los edificios más altos de Shanghai.

Shanghai además te ofrecerá la oportunidad de realizar otras visitas de carácter más cultural. Por ejemplo, tu siguiente visita será un grandioso lugar dedicado al culto budista: el Templo del Buda de Jade, donde hay dos efigies de Buda, una de ellas tumbada y otra en posición sedente, ambas presentan un vivo color verde. Para finalizar tu recorrido, pasearás por el casco antiguo de la ciudad.

Terminadas las visitas programadas para este día, que, sin duda, ha sido apasionante, regresarás al hotel, para cenar tranquilamente y retirarte a descansar rememorando todos y cada uno de los sitios que has tenido la oportunidad de conocer hoy. ¡Hasta mañana!

Día 11: Shanghái - España. Llegó la hora de despedirse de China, viajero

Si miras hacia atrás, viajero, te parecerá mentira la cantidad de cosas que has visto y las maravillosas ciudades que has conocido, como Chengdu, Shanghai, Beijing o Xi’an. Seguro que no las olvidarás nunca, pero te quedarán en la memoria cada uno de los momentos que has vivido en la lejana e increíble China. Es hora de volver a casa, pero estamos seguros de que, en el viaje de vuelta, tu mochila pesará un poco más porque en ella van pedacitos de este país.

Tómate tu tiempo para saborear tu último desayuno en tu hotel de Shanghai porque, en cuanto llegue la hora fijada, te irán a buscar para acompañarte al aeropuerto. En el aeropuerto internacional de la ciudad, tomarás un vuelo que, en esta ocasión, volará hacia el oeste, acercándote, a cada minuto que pase, a España. No nos queda más que agradecerte que hayas sido nuestro compañero en este increíble viaje. No dejes de soñar y, desde ahora mismo, empieza a pensar cuál será tu próximo destino ¡Te esperamos!

NOTA: Según el horario del vuelo seleccionado, el regreso puede ser el mismo día o al día siguiente, manteniéndose el mismo número de noches en destino.