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Qué ver en Lisboa en un día

La ciudad de Lisboa es sumamente agradable y acogedora, con un tamaño perfecto para no sentirse desbordado, pero a la vez disponer de la misma vida y servicios que cualquier otra capital europea.

En la capital lusa la vida moderna se mezcla con una herencia y tradiciones únicas. Además, Lisboa cuenta con una rica gastronomía, una animada vida nocturna y un magnífico clima durante todo el año.

Lo ideal sería disponer de varios días para disfrutar de sus encantos sin prisas, pero si por cualquier motivo solo dispones de 24 horas para descubrir esta encantadora ciudad, en Muchoviaje te vamos a aconsejar sobre qué ver en Lisboa en un día. Si quieres descubrir esta ciudad junto a otras localidades portuguesas, no te olvides de echarle un ojo a nuestros Viajes y circuitos a Portugal, así como a Nuestra Oferta Hotelera.

Guía |Qué ver en Lisboa en un día

Barrio de la Alfama

En primer lugar, desde el centro de Lisboa toma el tranvía número 28 y descubre el barrio más antiguo de la ciudad, un barrio de pescadores, lleno de calles empedradas, que debe su nombre a su origen árabe (Al-Hamma), y es el claro ejemplo de la esencia portuguesa, donde edificios antiguos se mezclan con el día a día de los lisboetas. Allí se ubica catedral de Lisboa, conocida como la Sé de Lisboa, que data del siglo XII y ha sido restaurada en varias ocasiones siguiendo un estilo arquitectónico románico muy austero. También imprescindible asomarse a sus miradores, como el Mirador de Santa Luzia o el Mirador Portas do Sol, y disfrutar de las espectaculares vistas.

En la colina más alta de Alfama se ubica el Castillo de San Jorge, que cuenta con más de ocho siglos de historia y es la antigua residencia de los reyes de Portugal. Además, es famoso por su cámara oscura, desde la que se puede ver cualquier lugar de Lisboa en tiempo real a 360 grados.

Distrito de Baixa

Continuamos por la Baixa, zona comercial y de hostelería, donde podremos encontrar pequeños comercios, franquicias de moda de marcas populares, restaurantes, bares y tiendas de souvenirs.

Es recomendable empezar por la Plaza del Rossio, una de las más importantes de la ciudad. Se trata de una gran explanada abierta al río Tajo, donde se celebran numerosos eventos cada año. A continuación, puedes pasear por la Rúa Augusta, una de las calles más emblemáticas de la ciudad, y descubrir la imponente Praça do Comercio, donde también podrás ver el Cais das Colunas a orillas del río.

En la Baixa podemos tomar el famoso Elevador de Santa Justa, un ascensor de 45 metros que comunica esta zona con el Barrio de Chiado, la antesala del Barrio Alto. Inaugurado en 1902, fue construido por Raúl Mesnier de Ponsard, un ingeniero portugués de origen francés.

Chiado y Barrio Alto

Nada más salir del Elevador de Santa Justa, a un lado encontramos antigua iglesia que quedó en ruinas tras el terremoto de 1755. La iglesia está sin reconstruir desde entonces, y hoy en día, las ruinas del antiguo convento acogen el Museo Arqueológico do Carmo, donde se expone una breve pero valiosa colección que recorre la historia de Lisboa desde la Prehistoria hasta la Edad Media.

Ahora sí, nos disponemos a descubrir el barrio de Chiado, una de las zonas más elegantes y aristocráticas de la ciudad de Lisboa. Con el transcurso de los años, la clase alta de la ciudad lo ha ido abandonando como lugar de residencia, pero sigue conservando el aire intelectual de sus orígenes. Plagado de cafés y librerías, es imprescindible pararse a degustar un café y un pastel de nata en el mítico Café A Brasileira.

Podemos seguir el paseo hasta el vecino Barrio Alto, pero es al caer la noche cuando se convierte en protagonista. Sus calles estrechas, abarrotadas de pequeños bares y restaurantes, son uno de los lugares más típicos donde empezar la noche entre los jóvenes lisboetas, que compran la bebida en los pequeños bares y se la beben en la calle con sus amigos.

Belém

Fuera ya del centro histórico, si aún nos sobra algo de tiempo, hay otras zonas muy interesantes que ver cerca de Lisboa. Belém es la más interesante. Situada a pocos kilómetros de la desembocadura del río Tajo, en el extremo oeste de Lisboa, en ella se encuentran, a una distancia de escasos metros entre sí, tres de los monumentos más populares de Lisboa: La Torre de Belém, el Monasterio de los Jerónimos y el Monumento a los Descubridores.

También encontramos aquí la popular fábrica de los Pasteles de Belém, toda una referencia de la repostería portuguesa y uno de los recuerdos más típicos (y deliciosos) que podemos llevarnos de la ciudad.

Y hasta aquí nuestra de qué ver en Lisboa en un día, ¡esperamos que la hayas disfrutado!

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