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Un recorrido para conocer la historia de Europa

El río Danubio es el segundo más largo de Europa. Riega hasta diez países distintos a lo largo de sus nada menos que 2.888 kilómetros de recorrido. Una longitud que solo es superada por el río Volga, que discurre exclusivamente por territorio ruso. El Danubio en cambio, baña el corazón de Europa, partiendo del noroeste del Continente y desembocando en el mar Negro, al sudeste del mismo.

Pero no solo destaca este río por su impresionante belleza, sino por la gran importancia que tiene para gran parte de Europa, tanto en el sentido natural como comercial y ambiental. Se considera un reservorio natural por excelencia, rico en vegetación, con más de 1.000 tipos de plantas, y de fauna, con más de 4.000 especies de animales.

El Danubio, cuyo nombre proviene de ‘danu’, que significa ‘corriente’ o ‘río’, o, según algunas versiones, ‘volar’, ha tenido un papel protagonista en la historia del Viejo Continente. En parte de su recorrido y junto al Rhin, conformaba los límites con el Imperio Romano y lo protegía de los ataques e invasiones del norte y del oeste. Aún en la Edad Media tenía el cometido de intentar detener a los invasores rusos, cosa que no consiguió ya que entraron y ocuparon gran parte de Europa.

Alemania, Austria, Eslovaquia y Hungría son algunos de los países que se atraviesan en este recorrido fluvial, que enamora a todo el que lo hace, tanto por la monumentalidad de sus ciudades como por la impresionante naturaleza que esconde su ribera.

Estos son algunas de los lugares más interesantes atravesados por el Danubio, que podrías descubrir cómodamente a bordo de un crucero.

Regensberg

Esta pequeña localidad alemana mantiene un casco histórico casi intacto repleto de edificios románicos y góticos. Perfecta como primera parada y aperitivo de todo lo que está por venir.

Abadía de Melk

La abadía benedictina de Melk, de estilo barroco, es el monumento más representativo de la región de Wachau, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de uno de los monasterios más grandes de Europa y en su interior alberga frescos de gran relevancia, esculturas de mármol y una biblioteca con libros de gran valor.

Viena

Esta bella ciudad que enamora por su distinción, monumentalidad y pulcritud. Su patrimonio cultural y artístico, que incluye ópera, música, teatro, ballet y danza, impresiona a todo el que la visita. Viena ha sido cuna de grandes compositores como Mozart, Beethoven o Strauss, así como sede de importantes debates filosóficos. Más de cien castillos y palacios de ensueño conforman esta ciudad de cuento, que podrás conocer recorriendo sobre todo Ringstrasse, sobre la que se alzan palacios y monumentos rodeados de bonitos parques.

Esztergom

Esta pequeña ciudad húngara justo al lado de Eslovaquia está dotada de un encanto especial ya que fue la primera capital del reino de Hungría, y aún conserva ese halo medieval en muchos de sus edificios, como por ejemplo en la Basílica o cualquiera de las edificaciones del barrio Vizivaros, conformado por estrechas callejuelas.

Budapest

La historia de esta ciudad está marcada por el río Danubio, que la divide en dos con su corriente de agua. En la orilla este se encuentra la antigua y tradicional ciudad de Pest, mientras que en la zona occidental se levanta Buda, más moderna y vibrante. Ambos barrios están unidos por un imponente puente, el Puente de las Cadenas, construido en 1849 y que unió ambas ciudades para formar Budapest.

Bratislava

Esta preciosa e interesante cuidad es toda una sorpresa para el visitante, al gozar de una menor reputación internacional. Entre sus monumentos, destacan el Castillo de Bratislava, uno de los más visitados de la ciudad; la Iglesia Azul, de estilo art nouveau y la Puerta de San Miguel, de origen medieval. Es muy recomendable degustar alguno de los platos típicos eslovacos regados con alguna de sus más famosas cervezas artesanas.

Linz

Esta localidad austriaca destaca por la belleza su casco antiguo y por el amor a la música, que lo impregna todo, desde las obras inolvidables de Anton Bruckner hasta la electrónica, originaria del Stadtwerkstatt de Linz. El último atractivo musical es el recién inaugurado teatro musical de Linz.

Su amplia e innovadora oferta cultural es una fusión de las distintas culturas, estilos y medios, lo que se puede aprecar tanto en el Ars Electronica Centre, la universidad de arte o en las propuestas expositivas de Lentos.

Como veis, se trata de un recorrido de ensueño, con imponentes ciudades, pueblos de cuento, y una explosión de naturaleza… ¡Descubrirlo está en vuestras manos!

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