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Los Fiordos noruegos, un recorrido que jamás olvidarás

Los Fiordos noruegos son uno de los destinos soñados por miles de personas en todo el mundo, y no es de extrañar, ya que a su apabullante belleza natural hay que sumar sus numerosos lugares de interés histórico, restos de antiguas edificaciones, museos de arte y folklore, museos al aire libre y vestigios vikingos. Cuenta con sitios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco como el muelle de Bryggen en Bergen, la iglesia medieval de madera de Urnes, o los fiordos Nærøyfjord y Geirangerfjord.

Pero, empecemos por lo básico; ¿qué es un fiordo? Se denomina como tal al golfo largo y estrecho, de agua salada, con paredes casi verticales, que resulta de la inmersión de un profundo valle glaciar. Proviene del escandinavo “fjord” y significa “puerto seguro”, debido a las tranquilas aguas de los fiordos que son utilizadas para pescar o atracar embarcaciones.

Hay muchas maneras de descubrir los fiordos, pero en barco es nuestra favorita. Nada mejor que un crucero para recorrer ciudades de Alemania, Dinamarca y Noruega, así como pueblecitos rurales que han sabido conservar sus tradiciones, o la imponente naturaleza de los fiordos eclipsará lo que hasta ahora te ha parecido sorprendente.

Estos son algunos de los imprescindibles en todo recorrido por los Fiordos que se precie:

Bergen

Esta bella localidad es conocida como ‘La Puerta de los fiordos’. Con fuertes raíces vikingas, es una de las más turísticas del país, y motivos no le faltan. La belleza de su casco antiguo y su pintoresca retahíla de casitas de madera tan fotografiada son un tesoro muy bien conservado. Además, cuenta con un mercado al aire libre donde se exponen los productos frescos de la zona y se puede disfrutar de un animado ambiente. Algo que no te debes perder es la subida a la cima del monte Flynn en teleférico, para poder disfrutar de las vistas de la ciudad.

Otra de las características por las que destaca esta localidad es la gran oferta cultural que posee. Museos, galerías y conciertos, contribuyen a que esta urbe sea visitada por miles de turistas anualmente. Recomendamos reservar tiempo también para degustar tranquilamente exquisita gastronomía.

Flam

Se trata de un pequeño pueblecito de 350 habitantes, situado en las orillas del fiordo Aurlandsfjord, donde ya se puede empezar a apreciar la magia de estas formaciones. Una de las experiencias más interesantes que se pueden experimentar allí es subirte en uno de los trenes con mayor desnivel del mundo, que va desde Flam hasta la localidad de Myrdal. Durante el trayecto se puede admirar el fiordo, así como diferentes cascadas y profundas precipitaciones. Todo un recorrido un increíble por la naturaleza.

Fiordo Geiranger

Auténtica joya de la naturaleza, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como hemos comentado al principio. Nada mejor que navegar entre sus aguas y admirar las montañas que lo protegen. Este fiordo deja sin aliento a quien lo visita. Mientras se recorre se puede contemplar las aguas caer desde los acantilados; el verde intenso de la vegetación y el azul oscuro del agua tranquila. Estos tres elementos transmiten sensación de paz y furia al mismo tiempo, lo que enamora al visitante.

Una de las mejores formas de disfrutar de este fiordo es mediante un paseo en kayak, perfecta para admirar de primera mano y sentirse insignificante ante las imponentes montañas, una sensación francamente inolvidable. Otra opción, si no apetece hacer mucho ejercicio, es navegar por el fiordo con una barca a motor, una experiencia muy plácida y relajante. Por último, los más activos y aventureros pueden optar por hacer senderismo por las montañas, avistando las aguas desde arriba.

Copenhague

Esta ciudad, moderna y vibrante, lo tiene de todo para hacer disfrutar al visitante. Desde edificios modernistas hasta museos y palacios, así como una gran oferta de restaurantes y cafeterías. El centro de la ciudad condensa la mayor parte de los atractivos turísticos que se pueden ver en la ciudad: desde el Parlamento, hasta el Tivoli, pasando por la calle peatonal o Strøget y la mundialmente famosa escultura de la Sirenita.

Pero os recomendamos ir más allá y descubrir algunos de los barrios más interesantes y pintorescos de esta sorprendente ciudad, como el de Vesterbro, al oeste, antaño una zona obrera que hasta hace poco concentraba a las prostitutas y drogadictos de la urbe, pero que en la última década, como ha ocurrido con barrios parecidos en otras capitales, ha sido colonizado por jóvenes profesionales, originales tiendas de ropa y bares y restaurantes ultramodernos. En el Norte encontramos Norrebro, también conocido como Norrebronx por su alta concentración de inmigrantes árabes y africanos. Rebosante de energía y vitalidad, es uno de los barrios preferidos por los estudiantes, que aprovechan sus precios accesibles.

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