Viajes y circuitos a Francia

Descubre los mejores circuitos y viajes a Francia

Los mejores viajes a Francia son los que permiten a su protagonista conocer de cerca los monumentos, las ciudades y los espacios naturales de este maravilloso país. Disfruta de un circuito irrepetible por lo mejor de la nación gala, y descubre los tesoros que alberga París, la belleza de la Costa Azul, la imponente presencia de los Castillo del Loira, la exquisita gastronomía tradicional, los paisajes del norte y mucho más. Con nuestros viajes organizados a Francia, no dejarás de pensar en cuándo tendrás la oportunidad de repetir.

CIRCUITOS
77 circuitos
Francia: Escapada a París

Francia, 4 días

Visitando: París

¿Te gustaría hacer una escapada a París? Con el viaje que te presentamos a continuación navegarás por el río Sena, admirarás la Torre Eiffel iluminada y conocerás el palacio de Versalles.

Francia: Normandía y Bretaña

Francia, 7 días

Visitando: París, Vannes, Quimper, Saint Malo, Honfleur

Disfruta de la Bretaña francesa y París, su capital en este circuito. Navega por el golfo de Morbihan en Vannes, enamórate de Mont Saint Michel y conoce parte de la Historia en las playas del desembarco de Normandía.

Francia: Maravillas de Alsacia y Valle del Rin - Senior

Francia, 8 días

Visitando: Heidelberg, Baden-Baden, Estrasburgo, Metz, Luxemburgo, Aquisgrán, Colonia, Crucero por el Rin y Frankfurt.

¿Te animas a descubrir lo mejor de Alsacia y el valle del Rin? Seguidamente, te ofrecemos un circuito para los más mayores en el que, entre otros, visitarás Baden-Baden, Estrasburgo y Colonia.

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¡Voilà la France!

Pocos países en el mundo atesoran tantos y tan variados atractivos como Francia. Su historia, su cultura, su refinado ambiente, su exquisita gastronomía, sus preciosas playas, su bucólica campiña, sus montañas, sus valles, sus ríos flanqueados por bodegas en las que se producen algunos de los mejores vinos del mundo…

Francia es un gran país. Como comienzo de un texto sobre este destino, no es una frase muy vistosa, pero es que no es posible empezar a hablar de la nación gala sin reconocer su grandeza. Grandeza en todos los sentidos, por supuesto. Francia posee una historia larga y gloriosa, y es cuna de brillantes científicos, filósofos, músicos, escritores, pintores, escultores, arquitectos, estadistas y militares. Cuenta con una exuberante naturaleza, desde los Alpes nevados a los inmensos campos sembrados de lavanda de la Provenza; desde las landas en la costa atlántica al Mont Saint-Michel, en el norte del país. Francia tiene más de cincuenta espacios naturales protegidos, así como numerosos monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que abarcan casi todas las épocas: desde las ruinas romanas de Nimes y Arles a la ciudad medieval de Carcasona; desde la fortaleza de Aviñón a los Castillos del Loira; desde la sobriedad de Aigues-Mortes al refinamiento del Palacio de Versalles… ¡Voilà la France!
Francia es un país de contrastes y afianzadas tradiciones locales. El general De Gaulle se preguntaba: "¿Cómo se puede gobernar un país que tiene 246 diferentes clases de queso?". Francia es el país de la baguette, del lujo y de la moda, del champán y del Tour de Francia, un país de maravillosos museos y también del Moulin Rouge. Francia es Edith Piaf, es Charles Aznavour, es Victor Hugo, es Stendhal, es Julio Verne, es Monet, es Cézanne…
Según se dice, Enrique IV, pretendiente hugonote (protestante) al reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar, dijo: “París bien vale una misa”. Y es que París es Francia y Francia es Paris. La Ciudad de la Luz cuenta con un urbanismo espectacular, que la convierte en una de las más bellas ciudades del planeta. En París, cada monumento es un símbolo: La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, los Campos Elíseos, Notre-Dame, Montmartre y la Basílica del Sacre Coeur, el Museo de Orsay -que reúne la mejor colección de pintores impresionistas del mundo- el Louvre, donde continente y contenido compiten en grandiosidad, Versalles... París es la ciudad de la moda, del lujo, de las compras, del arte y de la alta cocina.
Francia, no obstante, es mucho más que París: es Normandía, con el Mont Saint Michel y las playas del desembarco, donde se come un excelente marisco, cordero, productos lácteos de Isigny, quesos del País de Auge, sidra de zumo de manzana y Calvados, poiré, bebida alcohólica de pera, o teurgoule, arroz con leche perfumado con canela. Francia es Bretaña, con sus costas recortadas y su exquisito marisco. Es el Valle del Loira y sus impresionantes castillos y palacios. Francia es Nantes, es Toulouse, es Dijon, es Burdeos y sus vinos, es Lyon y su respeto reverencial por la Nouvelle Cuisine de Paul Bocuse, y es Carcasona, una de las villas medievales mejor conservadas de Europa. Francia también es Marsella y su puerto viejo, Cannes y su festival de cine, Niza y su Costa Azul, Aviñón y sus palacios papales. Es Montpellier, es Perpiñán, es Nimes, es Arles y es Grenoble. Francia también es el Pays Basque y las Landas, la Auvernia y sus volcanes, el Languedoc-Rosellón con sus playas y sus ciudades encantadoras, los majestuosos Alpes y sus numerosas estaciones de esquí, Alsacia y sus deliciosos vinos, Córcega y su incomparable belleza en mitad del Mediterráneo…
La gastronomía francesa ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La gran diversidad de productos procedentes de sus diferentes regiones hace de la comida tradicional francesa una delicia incomparable. A Francia se la considera el país gastronómico por excelencia, en el que se pueden degustar los manjares más deliciosos, preparados por los chefs más creativos y regados por los mejores vinos. La cocina francesa tiene dos caras: la profesional y la casera. La primera se caracteriza por sus platos sofisticados, mientras que la segunda está representada por las preparaciones hogareñas y los sabores tradicionales.