Viajes y circuitos a Ecuador

Descubre los mejores circuitos y viajes a Ecuador

Ecuador es un país que lo tiene todo. Una cultura rica en patrimonio, naturaleza salvaje y arrolladora, pueblos y ciudades con mucho que hacer y una historia y tradiciones dignas de conocer y empaparse. Atrévete a conocer Ecuador con los diferentes circuitos, para que tú no te tengas que preocupar de nada, solo de disfrutar. Su gente hospitalaria, recibe al visitante con los brazos abiertos, ofreciéndole una experiencia única que jamás olvidará. Con estos viajes organizados a Ecuador conocerás su monumental Quito, la marítima Guayaquil, sus tribus quechuas en el Amazonas ecuatoriano y muchas aventuras más.

CIRCUITOS
5 circuitos
Ecuador: Ecuador Mágico

Ecuador, 12 días

Visitando: Quito, Amazonas, Galápagos y Guayaquil

Déjate seducir por el encanto ecuatoriano con este increíble circuito organizado que hemos preparado pensando en ti. Entre otros rincones, descubrirás Quito, el Amazonas y las Islas Galápagos. ¿Te apuntas?

Completo
Ecuador: Ecuador a tu alcance

Ecuador, 9 días

Visitando: Quito, Baños, Cuenca, Guayaquil, Montañita

Explora durante 9 día Ecuador. Descubre la colonial Quito, báñate en las piscinas naturales de Baños, y pasea por una plantación de cacao en Cuenca.

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Ecuador: De los Andes al Pacífico

Ecuador, 11 días

Visitando: Quito, Baños, Cuenca, Guayaquil y Montañita

Descubre Ecuador con este circuito, un país repleto de sorpresas. Visita la laguna del volcán Quilotoa, haz rafting en Baños y descansa en las playas de Montañita.

Completo
Ecuador: Ecuador y la selva amazónica

Ecuador, 11 días

Visitando: Quito, Cuyabeno, Mitad del Mundo, Otavalo, Cuenca, Guayaquil

Conoce cómodamente lo mejor de Ecuador con este circuito. Adéntrate en el Amazonas de Ecuador y navega por el Lago Agrio, asómbrate con las cascadas de Peguche y atraviesa la Nariz del Diablo en tren.

Diversidad cultural y geográfica en la latitud 0º 00’

Playas de dorada arena, volcanes nevados, espesas selvas amazónicas, las Islas Galápagos, ciudades llenas de encanto… Quién te iba a decir que uno de los países más pequeños de Suramérica iba a albergar tanto atractivo natural para un viajero. La cordillera de los Andes protagoniza esta enorme variedad geográfica ya que divide a Ecuador en tres partes bien diferenciadas. Disfruta de las playas del Pacífico en la llanura costera o Costa, explora el mundo desde lo más alto en las montañas andinas o Sierra, y adéntrate en la selva amazónica u Oriente. Y si tienes tiempo, no te pierdas la cuarta zona de Ecuador, las inigualables Galápagos, un grupo de islas volcánicas situadas en pleno Pacífico a 1.000 kilómetros de la costa. La riqueza geográfica se traduce, además, en una gran variedad cultural. Podrás comprobarlo mientras paseas por sus ciudades, como la capital, Quito, o la urbe más poblada, Guayaquil, o haciendo una ruta por los Andes, donde se concentra buena parte de la población indígena, que aún conserva muchas de las tradiciones de sus antepasados precolombinos.

Quito es una ciudad de contrastes. La capital de Ecuador es una urbe que se mueve entre la herencia de la conquista española y la modernidad propia de la ciudad que dirige los designios del país. La urbe posee esa mezcla perfecta en la que por una parte las están las iglesias, conventos y otros edificios que siguen las líneas arquitectónicas coloniales y por otra construcciones de tipo moderno propias de una ciudad que se adentra en el siglo XXI. Para disfrutar de la esencia de Quito hay que darse una vuelta por su casco histórico, que sin duda está entre los mejor conservados de toda América. Pasear por la Plaza Grande o Plaza de la Independencia, auténtica arteria de la ciudad, y disfrutar de todos los monumentos, es un auténtico placer. Llama la atención la Catedral Metropolitana, uno de los templos católicos más vetustos de Suramérica y con un interior excepcional, o la Basílica del Voto, una joya única del neogótico. La Iglesia de La Compañía, con una impresionante decoración que la convierte, según algunos en el templo más bonito de América Latina, es digna de admirar. Juzga tú mismo disfrutando de la Capilla Sixtina de Quito… Completa tu ruta por el centro dando un paseo entre tiendas, músicos y bares en La Ronda antes de coger un teleférico para ver caer el sol sobre la ciudad.

A unos 400 kilómetros de la capital, aparece Guayaquil. Muchos viajeros se sorprenden al comprobar que esta ciudad portuaria es, con diferencia, la más grande de Ecuador. La sorpresa aumenta cuando se llega a esta ajetreada urbe comercial llena de vida: bares, tiendas, restaurantes, hoteles… ¡Todo tiene vida en Guayaquil! Además de sus encantos, es un punto frecuente de salida hacia las Islas Galápagos, pero no sólo por eso hay que dejar escapar una visita a la ciudad. No hay que marcharse sin dar un paseo por el Malecón Simón Bolívar, principal arteria de la ciudad donde se concentran algunos de sus monumentos más destacados, o sin subir al cerro de Santa Ana para tomar algunas de las fotografías más bellas del viaje, con el astro rey ocultándose entre los edificios de Guayaquil. Tampoco hay que perderse el bohemio y pintoresco barrio de Las Peñas, con sus características construcciones de madera, ni la Plaza del Centenario, donde se puede pasear entre jardines y estatuas la Columna de los Próceres, en recuerdo a los luchadores por la independencia del país, declarada inicialmente allí en 1820. Además de la ciudad, hay que aprovechar para visitar sus playas, hacer fotos a las iguanas del Parque Seminario o adentrarse en la reserva natural de la Isla Santay.

Cuenca es otro de los platos fuertes de Ecuador. Dicen que es la Atenas de Ecuador. Y es que cuando se pasea por sus calles, se capta la pasión que transmite la ciudad y sus habitantes por la cultura. Una experiencia imperdible es darse una vuelta por su espléndido casco histórico, incluido por la Unesco entre los lugares Patrimonio de la Humanidad. Y es que Cuenca ha sabido conservar toda su riqueza colonial y mezclarlo a la perfección con el estilo neocolonial de sus nuevos edificios. Por eso será un placer pasear por sus calles adoquinadas, darse una vuelta por sus plazas llenas de flores y adentrarse en sus iglesias, patios y monumentos. Cuenca, que hasta hace no muchos años estaba casi aislada del resto del país, es para muchos ecuatorianos la ciudad más bella de su país. Compruébalo caminando por su famosa calle Larga o visitando su Catedral de la Inmaculada Concepción, donde se fusionan las arquitecturas románica, neoclásica y gótica. Disfruta de los más variados museos, adéntrate en la bella Iglesia del Sagrario y, sobre todo, déjate llevar en una ciudad hecha para pasear con tranquilidad.

Visitar las Islas Galápagos es una experiencia única, de ésas que nunca se olvidan y siempre se están recordando. Y es que este pequeño archipiélago, perdido en medio del Pacífico a casi 1.000 kilómetros de la costa, es una de las reservas naturales más importantes del mundo. Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera, punto clave en las teorías de Charles Darwin… Las Galápagos son únicas. Lo son tanto que albergan algunos animales que no podrás ver en ningún otro lugar del mundo. Tantos años de aislamiento y sin depredadores han tenido otra ventaja para el viajero: los animales no se asustan de la presencia humana, así que podrás contemplarlos sin ningún problema. Sólo hay cuatro islas pobladas por el hombre, entre las que se encuentra la más visitada, Santa Cruz. Si quieres viajar hasta las Galápagos, además de pagar una tasa de 100 euros, deberás coger un vuelo desde Quito o Guayaquil y contratar los servicios de un guía experto para hacer la mayoría de los recorridos. Una vez allí, prepara la cámara porque los paisajes, los animales, el entorno, el ambiente… ¡todo es especial en Galápagos!