Día 1: España – Ginebra. Una ciudad con sabor a chocolate
Arranca un viaje que te prometemos, permanecerá para siempre en tu recuerdo. Te espera uno de los países más bellos y espectaculares del mundo. ¿Listo para unas vacaciones llenas de aventuras?
Para empezar con buen pie, te recomendamos que te presentes en el aeropuerto al menos dos horas antes de que salga tu vuelo. Poco antes del aterrizaje, los Alpes te darán la bienvenida a través de un telón de fondo espectacular. Sólo el vuelo a Ginebra ya es una buena muestra de lo que este maravilloso país te tiene preparado. Así que ya sabes, si tienes cerca una ventanilla, no te pierdas las vistas de la cordillera desde el avión.
A tu llegada a la ciudad te trasladaremos a tu hotel donde podrás ponerte cómodo y dejar tu equipaje. Dispones del resto del día para realizar tu primera toma de contacto con la ciudad y empezar a adentrarte en la vida y costumbres suizas.
Toma el enorme chorro del lago como punto de referencia y comienza a explorar sus calles. Ginebra es mucho más que una ciudad de lujo, relojes y chocolate. ¿Sabías por ejemplo que en una de las orillas del lago Léman se encuentra el banco más largo del mundo? ¿O que el chorro que nace desde sus aguas es la fuente más alta del planeta? ¡Estas son sólo algunas de las sorpresas que te esperan!>/p>
A última hora de la tarde te reunirás con tu guía acompañante en la recepción del hotel. Él conducirá tu viaje a través de la historia, las maravillas naturales y la cultura suizas. Seguro que a estas alturas ya te has contagiado un poco de esa atmósfera especial que envuelve a esta bonita ciudad. Normal que Sisí la emperatriz la eligiese como retiro vacacional, ¿verdad?
Por la noche, cena en el hotel y a descansar que aún te queda todo el viaje por delante. ¡Bienvenido a Suiza!