Día 3: Bangkok. Todo lo que no te puedes perder de la capital de Tailandia
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Autocar, minibús o van
Visitas
Visita ciudad, Templos y Palacio Real
El comienzo de este viaje lo hace a lo grande, ya que disfrutarás de una ciudad tan apasionante como Bangkok, en la que podrás visitar los lugares más populares de esta excepcional ciudad. Un buen desayuno te dejará listo para conocer de primera mano y con las eficaces explicaciones del guía, estos lugares emblemáticos, cargados de historia y de trascendencia, los primeros en una larga serie de gratos encuentros con la vida, costumbres y paisajes de un país que, sin duda, no vas a olvidar.
El templo Wat Traimit, con el que comenzarás esta gran jornada, es uno de los más famosos y visitados de toda Tailandia, un santuario situado cerca de Chinatown en el que se encuentra el Buda de oro más grande del mundo, con tres metros de alto y cinco toneladas y media.. ¡de oro macizo!, lo que asombra a cada persona que pase delante de esta imponente representación de la divinidad, de construcción datada hace más de siete siglos.
El siguiente, y también espectacular paso, será Wat Pho, conocido popularmente como el Templo del Buda Reclinado: con más de 200 años de antigüedad, cuenta con más de 1.000 imágenes de Buda y con la imagen que da nombre al templo: una colosal escultura de Buda en posición horizontal, en ladrillo y estuco y recubierta por un baño de pan de oro, que alcanza los 46 metros de largo y 15 de alto. Dentro de su recinto, y como curiosidad, se encuentra un centro para la enseñanza y conservación de la medicina tailandesa tradicional.
Este espectacular recorrido continúa por el Palacio Real, una visita que no puede faltar si estás en Bangkok. Si los palacios reales suelen ser majestuosos, este cumple, y de qué manera, con la regla, ya que el rey Rama I (uno de los más apreciados por la población en toda la historia de Tailandia) mandó, en 1782, echar el resto en la construcción de este palacio y de su entorno, que se convirtió en residencia oficial de los monarcas durante casi siglo y medio. La costumbre cambió cuando se trasladó la sede del poder real, en 1925, al Palacio de Chitralada y, hoy, su función es similar a la del Palacio Real de Madrid y demás edificios regios de este tipo: es el escenario de los actos institucionales más destacados y ocasional y muy distinguido alojamiento para los dirigentes extranjeros que pasan por el país.
¡Vaya día! En una sola jornada has podido pasar por algunos de los enclaves más populares no solo de Tailandia, sino de toda Asia… y solo es una parte de lo que te espera a lo largo de los días de este gran viaje.