Día 2 a 3 : Nueva York. Descubriendo la Gran Manzana
En esta ciudad hay mil rincones por descubrir así que elige bien el número de días y organízate para ver todo lo que quieras. Igualmente, todos los días que vayas a disfrutar aquí, el desayuno te va a estar esperando en el hotel para que salgas a descubrir la ciudad con las pilas cargadas. En la ciudad que nunca duerme hay algunos básicos que no hay que perderse por nada del mundo. He aquí nuestras sugerencias para que descubras la verdadera esencia de Nueva York.
Una de las rutas más típicas de la ciudad es empezar bien temprano por el mítico distrito de Manhattan, que es donde se concentran la mayoría de lugares de interés. La primera experiencia que debes vivir es navegar hasta la Estatua de la Libertad, icono de la ciudad por antonomasia. Los barcos que salen cada pocos minutos suelen atracar en Battery Park, en Lower Manhattan. Una vez hayas conocido el significado de este monumento, volverás y comenzarás a subir por el distrito. Puedes hacerlo combinado el caminar y el transporte público de la city.
Otro de los básicos, a escasos metros del parque donde te habrá dejado el barco, se encuentra el mítico barrio de Wall Street donde se toman las decisiones económicas que afectan a todo el mundo. Aquí los trabajadores vestidos de traje corriendo de un lado a otro y los enormes rascacielos es lo que abunda. Otra de las paradas que deberás hacer es cruzar el mítico Puente de Brooklyn, uno de los puentes más emblemáticos de la urbe.
Después, seguirás caminando al norte del distrito y te toparás con dos de los barrios más famosas del Manhattan: Chinatown y Little Italy. En sus calles creerás estar en otro país. Te sorprenderás con sus tiendas y restaurantes. Llegando, casi al Central Park, un gran parque que debes conocer, descubrirás uno de los rascacielos más emblemáticos de la urbe, el Empire State Building. Aquí será el momento en que subas a la última planta del edificio y admires las vistas de la ciudad.
Luego llegarás al parque comentado donde podrás pasear plácidamente, dar de comer a las ardillas o disfrutar de la tranquilidad que ofrece el jardín. Además de todo esto, Nueva York posee alguno de los museos más importantes a nivel mundial, adéntrate en cualquiera de ellos y date un baño de cultura. Y no te olvides de ir de compras por la Quinta Avenida y Times Square.
Después de las caminatas que hayas hecho durante estos días, la cama del hotel te estará esperando para descansar. Aunque si lo prefieres ¿por qué no asistir a un musical de Broadway?