Día 7: Pamukkale – Kuşadasi. Un castillo de algodón
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo. Cena.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Visita a Éfeso
Visita de Pamukkale, Hierapolis y su Necrópolis
Cuando termines de desayunar, visitarás Pamukkale, declarada, en 1988, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Te aseguramos que ver el conjunto impresiona y que pisar descalzo (es obligatorio descalzarse) ese manto blanco es algo increíble. Posiblemente, pensarás que te puedes resbalar. No es así en absoluto. Sentirás, seguramente, una sensación muy curiosa y distinta. El manto blanco es como una especie de ventosa y no importa que el agua corra por las laderas sin parar, que saltes o que des brincos, te aseguramos que no te vas a caer. Una auténtica maravilla.
Visitarás la antigua Hierápolis, una antigua ciudad grecorromana construida como balneario y uno de los grandes yacimientos de Anatolia, con su necrópolis, que es una de las más interesantes de toda Asia Menor por la gran variedad de tumbas que hay en ella. Después de almorzar, saldrás hacia Kusadasi, una ciudad-balneario, rodeada de monumentos de la antigüedad tan famosos como Éfeso o Mileto.
Visitarás Éfeso, una de las ciudades de la antigüedad más impresionantes y que mejor se han conservado. Éfeso, fundada por los griegos, fue una gran ciudad de comerciantes, en la que se mezcla la historia, la cultura, la arqueología y la mitología. En Éfeso visitarás, entre otros lugares, el templo de Adriano, un pequeño templo del año 130 d.C., reconstruido en el siglo IV d.C.; los baños romanos, construidos con bloques de mármol y que tenían tres partes: frigidarium (agua fría), tepidarium (agua templada) y caldarium (agua caliente); la biblioteca de Celso fue, originalmente, una tumba. El sarcófago es de mármol y sobre él está la biblioteca, donde, en unos nichos, se guardaban los doce mil rollos de papiro que llegó a tener la biblioteca en la época romana. En la fachada del primer piso había cuatro estatuas representando la sabiduría, la fortuna, la instrucción y la virtud; y verás el Teatro, con capacidad para veinticinco mil espectadores, es el más grande de Turquía y se utilizaba, entre otras cosas, como escenario para luchas con animales y de gladiadores.
Terminada tu visita a Éfeso, llegarás a Kusadasi e irás al hotel, cenarás y te retirarás a pasar la noche.