Día 2: San Petesburgo. La Venecia del Norte
RÉGIMEN
Desayuno. Almuerzo.
Transporte
Autocar, minibús o van
Comienza tu segundo día en esta ciudad fabulosa construida sobre el Delta del Río Neva y qué mejor que disfrutar de un nutritivo desayuno ruso a base de cereales o pan recién hecho con mermelada en el buffet del hotel.
¡Hoy es el día que llevas tanto esperando! ¿Estás preparado? Vas a realizar una visita panorámica por el centro de la ciudad, descubriendo algunos de los muchos Palacios, Plazas, Avenidas y Catedrales que hacen de San Petersburgo la capital del Imperio ruso.
Para entender la historia de la ciudad y del país, harás un recorrido por el corazón palpitante de San Petersburgo, comenzando por la Plaza del Palacio. Esta inmensa plaza rodeada de impresionantes construcciones ha visto los grandes acontecimientos que han marcado la historia rusa durante los siglos y conecta las grandes arterias de la ciudad, además de ser el centro neurálgico y un lugar muy agradable para pasear y apreciar la riqueza del lugar. En esta plaza se encuentra uno de los hitos más importantes de la ciudad y de la historia soviética, el Palacio de Invierno. El lugar donde comenzó oficialmente la revolución Bolchevique y a día de hoy, hogar de uno de los museos más especiales del mundo, el Museo Hermitage de San Petersburgo.
Tras las vistas de las fachadas barrocas de Palacio, y como si de un verdadero punzón se tratase, veras a lo lejos el Punzón del Almirantazgo. Un emblema de la ciudad debido a su rara belleza y su forma, alzándose como icono de la metrópoli tanto para visitantes como habitantes. Si sigues la vista hacia el este, podrás ver la Plaza de San Isaac con su impresionante Catedral con un parecido a la Piazza de San Pietro en el Vaticano. No muy lejos de ésta se encuentra una plaza menos llamativa, pero de igual importancia. Es la Plaza del Senado presidida por el Jinete de Bronce de Pedro el Grande.
Tras continuar nuestros pasos por una de las principales arterias de la ciudad, la Avenida Nevsky, nos rodearemos de su preciosa arquitectura, con ejemplos tan claros como la Catedral de Nuestra señora de Kazán o los grandes almacenes de los hermanos Eliseev.
Con el paseo se te habrá abierto el apetito, así que harás un descanso para almorzar. A la tarde, tendrás tiempo libre para ti, aunque si lo prefieres, te recomendamos que realices nuestra visita opcional a la Fortaleza de Pedro y Pablo. En una de las islas de esta ciudad construida sobre un pantano, se alzó una fortaleza que, posteriormente sirvió de cárcel para presos políticos en los años más movidos de su historia. ¿Sabías que el mismísimo Lenin estuvo encerrado en esta isla en sus comienzos revolucionarios?
Durante la visita, podrás contemplar la catedral de San Isaac o disfrutar de las vistas panorámicas desde sus murallas. Una visita más que recomendable. Además, tendrás la posibilidad de dar un paseo en barca por sus canales, descubriendo desde el agua el por qué llaman a esta ciudad centenaria, la Venecia del Norte.