Día 1: Zaragoza - Edimburgo. Bienvenido a la capital que te va a encandilar
Esta Semana Santa va a ser especial. Porque vas a pasar unos días en una de las capitales más especiales y mágicas de Europa. Pocas ciudades consiguen transmitir tanto como Edimburgo. ¡Ya lo verás! Cuando te adentres en sus calles, repletas de edificios medievales y georgianos, descubrirás desde el primer minuto por qué la localidad más emblemática de Escocia encandila año tras año a todos los que la visitan.
¿Estás listo? Pues entonces prepara la maleta con mimo, no te olvides de la documentación y de meter ropa adecuada para el particular clima escocés y preséntate en el aeropuerto de Zaragoza con al menos dos horas de antelación. De este modo, podrás facturar cómodamente tu equipaje y obtener la tarjeta de embarque sin problema alguno.
Un vuelo chárter te llevará directamente hasta Edimburgo, donde un vehículo te estará esperando para, en cuanto recojas tus maletas, trasladarte hasta tu hotel. Y nada más llegar, ¡en marcha, que no hay tiempo que perder! Empezarás con una completa visita panorámica por los principales puntos de interés de Edimburgo (aunque ten en cuenta que, en función de la hora de llegada del vuelo, el recorrido podrá hacerse al día siguiente). Comienza por la mítica Milla Real, que te llevará por las cuatro calles principales que conformaban la ciudad en el Medievo y que conectaban el espectacular castillo de la localidad con el palacio de Holyroodhouse.
También tendrás tiempo para fotografiar el antiguo Parlamento y la sede de los Tribunales antes de darte un paseo por la New Town, donde las construcciones medievales dan paso a los edificios georgianos. No puedes hacer un primer recorrido por Edimburgo sin disfrutar de su excelente vida cultural. Para ello, nada mejor que adentrarte en la National Gallery of Scotland, un precioso edificio neoclásico que alberga obras de prestigiosos pintores como Tiziano, Velázquez, Monet o Gauguin.
Para completar tu ruta, el broche de oro lo tendrás en Carlton Hill, una de las colinas que rodean a la ciudad, desde donde podrás disfrutar de unas excelentes vistas –si necesitas más altura, sube a lo alto del monumento a Nelson- y visitar diversas construcciones conmemorativas. El resto de la jornada está a tu entera disposición para que sigas descubriendo nuevos lugares de Edimburgo o simplemente saborear de nuevo aquellos puntos que ya has visitado. Cuando te apetezca, vuelve a tu hotel para descansar ¡porque esto acaba de empezar!