Viaje a Costa Rica: Circuito Lo mejor de Costa Rica y Playas de Guanacaste

Día 1: España - San José

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Día 2: San José - Parque Nacional Tortuguero. Tu primer día en Costa Rica. ¡Vamos al Caribe!

Ni te has dado cuenta y ya estás en el Parque Natural Braulio Carrillo. Este parque lleva el nombre de un antiguo jefe de estado, famoso por su firmeza al defender la conservación del rico medio ambiente costarricense. Y enseguida entiendes el porqué de tanto cuidado. Un recorrido por la cordillera volcánica, entre la que destaca el dormido volcán Brava, te permite admirar en toda su belleza sus hermosas caídas de agua y sus frondosos bosques nublados.
Y una vez en lo alto, escucha a la naturaleza. El canto de miles de aves llena el silencio de esta verde inmensidad. Y es que entre la espesura puedes encontrar más de 135 especies de animales como el tucán, águilas, jaguares, tapires, monos o el célebre quetzal, considerado por muchos expertos como el ave más hermosa del mundo y un ave sagrada por los sacerdotes de las civilizaciones maya y azteca. Su plumaje verde tornasolado y rojo y su cola serpentina es una imagen de aquellas que hay que atesorar toda la vida.
Tras la visita al Parque nacional Braulio Carrillo te diriges al noreste, a través de un sinuoso camino rural flanqueado por bosques tropicales y cultivos de banana hacia las llanuras del Caribe Norte, la costa del país bañada por el Mar Caribe. Este es el lugar donde Cristóbal Colón desembarcó en el año 1502 y, sorprendido por la riqueza de sus habitantes, bautizó a este paraíso como Costa Rica. Caribe norte es la región más remota del país, repleta de parques naturales repletos de fauna y flora autóctonas. El Parque Nacional Tortuguero es el más célebre de ellos, hasta el punto de que ha sido bautizado como “el Amazonas de Costa Rica”, debido a que está cubierto por una densa vegetación entre la que se abren paso abundantes ríos serpenteantes. En uno de ellos te espera tu nueva aventura: en el embarcadero te espera una lancha con la que navegar durante dos horas a través de los estrechos canales naturales que se abren paso entre la selva tropical.
Deslumbrado todavía por haber sido testigo de la exuberancia de la naturaleza tropical, te diriges al pequeño poblado de Tortuguero, que da nombre al parque nacional. Paseas por sus calles sin asfaltar, observas como el frenético ritmo de vida industrial no ha llegado hasta aquí: los tortugueros descansan en las hamacas instaladas en los porches de sus casitas de madera. Son en su mayoría pescadores, cazadores o agricultores, gente abierta, expresiva, relajada y les encanta reunirse, la fiesta, bailar y escuchar música. Sonríes con envidia y compras un coco al atento vendedor que te lo ofrece solícito. Le ha costado seguirte… los turistas andáis siempre con prisa. Relájate, no tienes prisa. ¡Es solo tu primer día en Costa Rica!
Antes de retirarte a cenar, hay algo que todo aquel visitante a Tortuguero debe conocer: la gran importancia de las tortugas en la vida de este poblado. Se trata del lugar más importante del Caribe para el desove de la tortuga verde, especie en peligro de extinción. Estas tortugas vuelven cada año, de julio a septiembre, a la playa que les vio nacer para depositar sus huevos en la arena y perpetuar así su especie. La ONG Sea Turtle Conservation ayuda a través de sus voluntarios a que las tortugas puedan llevar a cabo su misión, así como facilitar a las pequeñas recién nacidas su llegada al mar.

Día 3: Parque Nacional Tortuguero

¡Vamos allá! ¿Puedes sentir ese cosquilleo? Es la típica sensación de aquél que va a adentrarse en un hábitat salvaje. Y hoy vas a conocer a fondo la vida en el Parque Nacional Tortuguero. Te adentras en la jungla en una visita guiada. Puedes sentir la humedad, puedes oír el canto de las aves tropicales, el roce de las ramas de los árboles… ¡Estás en una selva tropical! En este momento eres testigo de cómo Costa Rica se ha convertido en un ejemplo para el mundo en la preservación del medio ambiente. Tortuguero fue declarado Parque Nacional en el año 1970 y tan solo puede visitarse el uno por ciento de su extensión, dejando el resto como protección de sus recursos naturales. En las 18.946 hectáreas terrestres y 52.265 marinas del parque se agrupa la mayor diversidad biológica del planeta. Cuenta con once hábitats diferentes, diferenciando entre tres zonas de vida: bosque tropical muy húmedo, bosque premontano húmedo transición a basal y bosque tropical húmedo, en los que podemos encontrar 200 especies de plantas y 400 de árboles, así como con una rica variedad de fauna. Dantas, jaguares, congos, pizotes, mapaches, murciélagos pescadores y ranas venenosas son algunas de las especies que puedes encontrarte entre la abundante vegetación. No puedes evitar sentir un escalofrío de emoción mientras recorres con la vista todas las texturas del paisaje.
En un parque de las dimensiones del Parque Nacional Tortuguero no hay tiempo que perder. Numerosas actividades están a disposición del visitante más inquieto. ¡Ese eres tú! Un tour a través de los canales en bote, canoa o kayak es la mejor manera de descubrir los sinuosos caminos que se abren a través del húmedo bosque a la vez que nos sorprendemos con la fauna acuática del parque. Siéntete como un auténtico explorador surcando los canales del Amazonas de Costa Rica. Y si lo que deseas es conocer a los habitantes más ruidosos y coloridos del parque no te olvides de realizar el tour guiado para la observación de las aves autóctonas. Contemplar a un colorido quetzal es sin duda uno de los momentos más especiales que puedas sentir en este viaje.
¡Algo se ha movido ahí delante! La adrenalina corre por tus venas. Se trata de un congo, también conocido como mono aullador, que te observa con la misma curiosidad que tú a él. Te acercas lo suficiente como para que no se asuste, aúlle y no desaparezca entre las ramas de los altos árboles. Así es la vida en el bosque tropical, repleta de encuentros fortuitos entre la espesa maleza. Así es la naturaleza en estado salvaje.

Día 4: Parque Nacional Tortuguero - Volcán Arenal. Un símbolo de Costa Rica

Las llanuras del norte de Costa Rica te aguardan. Te entristece abandonar Tortuguero, pero las ansias de aventura no han desaparecido: necesitas nuevos retos, nuevas experiencias. Para empezar el día tomas la lancha que te conducirá hasta el embarcadero local. Una vez allí, continúas por carretera. La ruta que tomas te ofrece la oportunidad de apreciar los hermosos paisajes naturales y de conocer los pintorescos pueblos rurales que salen a tu encuentro.

Para los que hayan escogido la opción con traslados: Tras el macizo de la Cordillera Volcánica Central, de más de 2000 metros de altitud. Entre los ríos Toro y Caño Negro y junto al inactivo volcán Congo, que toma su nombre a la cantidad de monos aulladores que viven en sus laderas, aparece Río Cuarto. Con una superficie de 254 kilómetros cuadrados y 11.000 habitantes, este pueblecito rural vive principalmente de la producción de leche y carne y del cultivo de piña y yuca. Uno de sus principales atractivos es su espectacular laguna formada en el cráter de un antiguo volcán. Con una superficie de 34 hectáreas, un diámetro de 700 m y una profundidad de 66 metros, la Laguna de Río Cuarto es uno de los lagos naturales más profundos de Costa Rica. La contemplas en todo su esplendor. Notas como el azul vibrante de sus aguas contrasta con el verde de la vegetación que la rodea, dando como resultado una visión de gran riqueza cromática. Sin duda otro de esos recuerdos que atesorar que te está regalando Costa Rica.

Bordeando el macizo de la Cordillera Volcánica Central llegas a otro precioso poblado. Aguas Zarcas es una antigua colonia española, fundada por españoles, alemanes e italianos en 1800. Su nombre significa, en el dialecto local, “Aguas de azul suave”, haciendo referencia a las fuentes naturales de aguas termales que son el principal atractivo de la zona. Una visita a su centro histórico te ofrece la típica distribución de las antiguas colonias españolas, con la iglesia católica de estilo colonial presidiendo la plaza mayor del pueblo. Al igual que otros pueblecitos de la zona, los habitantes de Aguas Zarcas se dedican mayoritariamente a la producción de leche y carne y a la plantación de piña y yuca, aunque la gran afluencia de turistas atraídos por las aguas termales ha hecho que muchos de ellos se dediquen al turismo. Aguas Zarcas es también un poblado de contrastes. En él puedes darte un relajante baño en una de sus numerosas calderas naturales o bien puedes optar por todo lo contrario: existen numerosos circuitos de bicicleta de montaña con los que vivir una experiencia mucho más movida… ¿Con cuál te quedas?

Tras la visita a estos dos exóticos poblados caribeños, llegas a tu destino. La Fortuna de San Carlos sale a tu paso en una zona estratégica: conecta el área del Volcán Arenal con el Bosque Nuboso de Monteverde y Santa Elena y las tierras bajas del norte del país. Se trata de un pueblecito turístico desde el cual se tiene fácil acceso a estos atractivos naturales y en el que se cuenta con una amplia oferta de ocio para sus visitantes. Aquí no podrás aburrirte nunca. Desde la ornitología o los balnearios de aguas termales a actividades deportivas como senderismo, pesca, canopy o rafting, sin olvidar la vida nocturna, dispones de una serie de actividades que han hecho de La Fortuna uno de los destinos turísticos más importantes de Costa Rica.

Pero sin duda el mayor atractivo de La Fortuna de San Carlos es el majestuoso Volcán Arenal, cuya silueta cónica observas a lo lejos entre la bruma del atardecer. La impaciencia se adueña de ti, tu sed de aventura te lleva hacia él, pero el cansancio del largo día te hace recapacitar. Descansa. El volcán lleva ahí miles de años… te esperará a mañana.

Para los que hayan escogido la opción con coche de alquiler: Aproximadamente sobre las 14.00h, tras desayunar se te hará entrega del coche de alquiler y se dirigirán hacia el Volcán Arenal para su alojamiento. El coche dispondrá de GPS y de un móvil con un saldo de 60 minutos para llamadas locales.

Día 5: Volcán Arenal. ¡Día de atracciones!

Para ambas opciones (traslados/coche de alquiler): Te despiertas en La Fortuna de San Carlos con esa impaciencia típica del viajero que necesita todavía más lugares que visitar. ¡Y vaya si lo harás! Hoy es un día reservado exclusivamente para explorar el Volcán Arenal y sus alrededores. Sales rápidamente al exterior y escrutas el horizonte. Ahí está. El volcán se yergue majestuoso sobre sus 1.670 metros de altitud, formando una icónica silueta que se ha convertido con los años en uno de los principales símbolos de Costa Rica.

Con una antigüedad de aproximadamente 7.000 años, el volcán recibe su nombre debido a la disgregación sufrida por sus lavas, formando arenas líticas que acaban depositadas en las faldas, dando apariencia de un montículo de arena. Pero no siempre ha sido conocido con ese nombre… las antiguas leyendas de los indígenas maleku cuentan que en su interior habitaba el dios del fuego. Dicho Dios estuvo dormido durante quinientos años, y no fue hasta el 1968 cuando despertó con toda su furia. Desde entonces ha permanecido activo, con erupciones continuadas hasta el 2010, año desde el cual tan solo expulsa gases derivados de su interacción con el agua de lluvia. No es necesario decir nada más. Has decidido conocerlo de cerca. Su visión y su historia son tan sobrecogedoras que hay que visitarlo. No has venido hasta Costa Rica para quedarte aquí.

Para visitar el Volcán Arenal decides practicar el Sky Tram y el Sky Trek, que combinan el ascenso en teleférico a lo alto de las montañas de la Reserva Natural Arenal y el descenso en tirolina de una montaña a otra. La subida es toda una experiencia contemplativa. Tus ojos no han visto nunca tanto verde. Todo el bosque tropical que rodea al volcán está ante ti, cada vez más cerca. Abajo quedan las amplias zonas devastadas por el Dios del fuego que la espesura se apremia en ocultar. La sensación de vértigo es estremecedora, pero la emoción te puede. Una vez en lo alto de la montaña, déjate caer en tirolina para sentir un contraste único de sensaciones.

Acabas de visitar un volcán activo. ¡Nadie va a poder creerte cuando lo cuentes! Pero ahora necesitas un respiro. Por suerte estás en la Fortuna de San Carlos y nada como un reparador baño en sus aguas termales, situadas en pleno bosque virgen, para disfrutar de la tranquilidad y el silencio, retomar fuerzas y continuar con un día irrepetible. ¿Mucho mejor? Claro, tantas emociones te han dado hambre. Elige entre cualquiera de los numerosos restaurantes de cocina local para disfrutar de un delicioso y nutritivo plato de casado, compuesto de arroz, frijoles, plátano frito y carne de vacuno, cerdo, pollo o pescado que te ayudará a reponer fuerzas después de un día tan extenuante.

Si aún así tienes fuerzas para más aventuras, en Fortuna de San Carlos dispones de varias posibilidades más: rafting o paseos en canoa a través de un río tropical, pesca deportiva o paseos a caballo son buenas opciones para acabar la jornada de la forma más divertida. Hoy ha sido un gran día… ¡Seguro que esta noche dormirás de un tirón!

Día 6: Volcán Arenal - Bosque Nuboso de Monteverde. Un viaje a las alturas.

Para los que hayan escogido la opción con traslados: Despiertas después de una plácida noche en la que has repuesto las fuerzas necesarias para un nuevo día en Costa Rica. Hoy abandonas Fortuna de San Carlos para dirigirte a un lugar de ensueño. Un lugar en las alturas, a más de 1.300 metros de altitud, a un lugar situado allí donde nacen las nubes. De ahí su nombre: el Bosque Nuboso de Monteverde.

Para ello iniciamos nuestro recorrido a través de la cordillera de Tilarán, una de las sierras características de Costa Rica, que se extiende a lo largo de 75 kilómetros y a la cual pertenece, entre otros volcanes, el gran Volcán Arenal. Con una altura máxima de 1.800 metros, en la cordillera de Tilarán podemos encontrar numerosos molinos que sacan provecho de los vientos elíseos que surcan Costa Rica desde el Mar Caribe al océano Pacífico. No es la primera vez que la cordillera de Tilarán reporta beneficios a Costa Rica: en el siglo XIX fueron explotadas varias minas de oro situadas en varias de sus montañas.

Este trayecto te permite rodear el impresionante Lago Arenal que con sus treinta kilómetros de largo y cinco de ancho es el más grande de Costa Rica. Es obligado hacer un alto en el camino para admirarlo en toda su extensión. Su sola visión te anima a seguir conociendo este país repleto de belleza. Pero en este caso, detrás de su indudable atractivo natural está la mano del hombre. El lago fue creado artificialmente mediante la construcción de una presa que proporciona energía hidroeléctrica a gran parte del país desde 1979. De hecho, en sus profundidades se encuentran dos antiguos poblados cuyos habitantes fueron realojados en las proximidades del lago. Hoy en día se utiliza además para la práctica de numerosos deportes acuáticos, como el kayak o, gracias a los fuertes vientos presentes en la zona, el windsurf.

Te alejas del Lago Arenal, pero ahora no puedes dejar de admirar el paisaje a medida que aumenta la altitud. Y no es para menos. Tu destino está a nada menos que a 1.300 metros sobre el mar. Poco a poco las nubes van formándose ante ti y el horizonte empieza a tornarse difuso tras una fuerte neblina. Este ambiente onírico hace que por momentos creas que estás soñando. Pero no, no estás soñando. Estás llegando al Bosque Nuboso de Monteverde, un lugar más allá de tus sueños.

La reserva biológica del Bosque Nuboso de Monteverde es un gran pulmón verde de más de 10.500 hectáreas de selva tropical en el que habita una gran variedad de flora y fauna autóctonas y que te recibe entre las brumas formadas por la condensación de las nubes debido a su altitud. Esa dulce bruma envuelve todo el paisaje, dotándolo de un romanticismo inesperado en una selva tropical.

Este ambiente onírico, unido al cansancio del viaje hace que a tu llegada al alojamiento decidas cenar la deliciosa cena costarricense e irte a dormir para disfrutar del próximo día en la cima de Costa Rica.

Para los que hayan escogido la opción con coche de alquiler: Tu próximo destino es el encantador Bosque Nuboso de Monteverde. Deberás dirigirte hacia allí, encontrando por el camino la cordillera de Tilarán, pequeños pueblos y preciosos paisajes. Llegada a Monteverde y alojamiento.

Día 7: Bosque Nuboso de Monteverde. Un paraíso en toda regla.

Para ambas opciones (traslados/coche de alquiler): Ya estás despierto. Tu desorientación es normal. El Bosque Nuboso de Monteverde suele causar este efecto: quien lo ve cree que todavía está soñando. No es para menos. La increíble inmensidad del bosque resulta inabarcable para tu vista. La eterna neblina se empeña en dotar al paisaje de un aspecto etéreo, como de cuento de hadas, y te impide ver con claridad el horizonte. Y es que el bosque tiene una superficie de más de 10.500 hectáreas, hogar de más de 100 especies de mamíferos, 400 tipos de aves, 120 especies de reptiles y más de 3.000 clases de plantas, por lo que fue declarado reserva biológica en el año 1992.

La formación de este bosque a 1.300 metros de altitud tiene su explicación en los vientos húmedos que azotan la zona, ya que esta humedad y la formación de la neblina permiten la preservación de la flora y fauna local. El Bosque Nuboso de Monteverde se ha convertido en el escenario ideal para la observación ornitológica, destacando entre las especies locales la oropéndola, el tucán, el colibrí, el elegante quetzal o el célebre yigüirro, el ave nacional de Costa Rica.

Disfruta de sus nueve senderos que te conducirán por rutas de dificultad variable y con un recorrido total de trece kilómetros. Explora el bosque tropical a través de ellos atravesando vertiginosos puentes colgantes y descubre todos los secretos de este lugar de ensueño. Y es que es difícil creer que estás despierto… sobre todo cuando en el futuro recuerdes este momento, porque es difícil encontrar un lugar real con tanta belleza como el Bosque Nuboso de Monteverde.

Si necesitas despertar con actividades que requieran más adrenalina, puedes inclinarte por un idílico paseo en caballo o, todavía más atrevido, un paseo en tirolina, desde el que podrás apreciar la belleza de la reserva natural desde una altura todavía superior. Y si te apetece disfrutar de esas alturas, pero no estás preparado para una aventura en tirolina, no te preocupes: el mirador “La Ventana” te permite admirar el paisaje desde las alturas con la tranquilidad de tener los pies sobre el suelo. Por último, si tus aventuras te despiertan el apetito, puedes acercarte al restaurante de la reserva y escoger entre sus deliciosos menús. De paso, acude a la tienda de souvenirs para adquirir un recuerdo que te impida olvidar que todo lo que viviste en este misterioso bosque fue cierto.

Ha sido un día increíble. Como te decía, este es el efecto que causa el Bosque Nuboso de Monteverde: es un paraje tan bello que resulta difícil de creer.

Día 8: Bosque Nuboso de Monteverde - Guanacaste. Playas y bosques

Para los que hayan escogido la opción con traslados: Cuantas emociones. En los últimos días has visitado poblados rurales, reservas naturales, volcanes activos, lagos gigantescos y paraísos nubosos en lo alto de la montaña. Y de repente, te encuentras en la playa. ¿Recuerdas que te dijimos que Costa Rica es un país de contrastes? Disfrútalos. Coge el bañador, la toalla, un libro y disponte a disfrutar de esta última fase de tu viaje.

Has llegado a Guanacaste, situada en el noroeste de Costa Rica y limitando al norte con Nicaragua y al oeste con el impresionante océano Pacífico. Se caracteriza por sus grandes llanuras, algo que te chocará teniendo en cuenta que vienes de una altitud de más de mil metros… Guanacaste es famosa por sus playas y por su clima, mucho más soleado y seco que en el resto del país, por lo que se ha convertido en el principal centro turístico de Costa Rica. Esto no ha impedido que Guanacaste cuente con varios de los más importantes parques naturales. Aquí podrás encontrar el Área de Conservación Guanacaste, compuesta por varios parques naturales, entre los que destacan el Parque Nacional Santa Rosa y el Parque Nacional Rincón de la Vieja. Este paraje de conservación fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1999.

Eres un impaciente. Nada más llegar te das un chapuzón en las cristalinas aguas. Sientes el cambio en el clima, mucho más seco que en el interior del país. Pero se ha hecho tarde… te diriges a disfrutar de tu cena en el hotel, mañana será un día para disfrutar de la playa de Costa Rica.

Para los que hayan escogido la opción con coche de alquiler: Te dirigirás hacía la costa noroeste del país, donde te espera Guanacaste, con sus increíbles playas de arena blanca y su deliciosa gastronomía, En este paraíso pasaremos los próximos días. Alojamiento.

Tendrás la opción de realizar las excursiones opcionales como la de descender en canopy (tirolina) entre los árboles por medio de cables.

Día 9 a 10 : Guanacaste. ¡Al agua!

Para ambas opciones (traslados/coche de alquiler):¿Qué es ese murmullo que se oye por la ventana? Es el océano Pacífico que te despierta para que no pierdas ni un minuto de sol en sus paradisíacas playas. Coge el bañador y la toalla y corre hacia la arena, un gran día de playa te espera.

Entre todas las playas de Guanacaste destaca la Playa Conchal. Este paraje recibe su nombre debido a que es diferente a todas las playas del mundo: su arena está compuesta de pequeñas conchitas blancas, lo que da como resultado una arena más clara y un agua de un azul turquesa puro. Además, es perfecta para los amantes del snorkel: el tramo más cercano a la localidad de Brasilito cuenta con un arrecife de coral en el que poder apreciar la rica diversidad de la fauna marina. Otras grandes playas de Guanacaste son Playa Danta, situada en el precioso pueblecito playero Las Catalinas, que ya de por si merece una visita, y Playa Dantita, cercana a la anterior, pero de difícil acceso, por lo que si te atreves a llegar hasta ella te aseguras de disfrutar casi en solitario.

¿Quién dice que ir a la playa es relajado? Cuando vuelves al hotel estás tan cansado como si hubieses subido un volcán… ¡y tú sabes lo que es eso! Así que saboreas la cena antes de ir a dormir junto al mar.

Día 11: Guanacaste - San José - España. ¡Volvemos a casa!

Para los que hayan escogido la opción con traslados: las despedidas no siempre son amargas. Es tu último día en Costa Rica y te llevas contigo unos recuerdos imborrables. Un país de una riqueza natural inigualable, unos habitantes abiertos, amables y solícitos y un estilo de vida tranquilo y sosegado que te ha hecho ver las cosas desde una diferente perspectiva… Quizás esto no sea un adiós sino un hasta pronto.

Sin duda te emocionarás cuando al hacer la maleta introduzcas en ella los souvenirs que hayas ido coleccionando durante tu viaje. Revisas tu documentación y te pones en camino a San José, la bulliciosa capital de Costa Rica en la que aterrizaste hace unos días. De camino reconocerás algunos lugares, que te harán recordar lo vivido con toda intensidad. La visita al poblado de Tortuguero, el ascenso al Volcán Arenal, las increíbles neblinas del Bosque Nuboso de Monteverde, el descenso en tirolina hasta la playa, el sabor del ceviche de pescado fresco…

En el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría cogeremos el avión con el que regresaremos a España. Nos quedan unas diez horas de vuelo por delante, Ahora relájate. Sigue recordando y aprovecha para dormir en este vuelo nocturno. Cuando despiertes estarás en casa. Pero te habrás llevado Costa Rica contigo.

Para los que hayan escogido la opción con coche de alquiler: Deberán realizar su devolución en el Aeropuerto Internacional de San José a las 14:00 horas. Embarque en el vuelo que nos llevará de regreso a España. Noche a bordo.

Deberán tener en cuenta que el recorrido desde Guanacaste hasta el Aeropuerto Internacional de San José tiene una duración de unas 4 horas y media. La hora de presentación en el aeropuerto debe ser, al menos, 3 horas antes de la salida del vuelo para realizar los trámites migratorios y de embarque.