Día 2: San José – Parque Nacional Tortuguero. La selva en su pura esencia.
RÉGIMEN
Desayuno, almuezo y cena.
Transporte
LanchaAutocar, minibús o van
Tu primera noche en Costa Rica ha sido perfecta. Y no solo porque por fin estás en el destino de tus sueños, sino porque la tranquilidad que te ha rodeado ha sido sorprendente. Te vistes, preparas tu equipaje y bajas a disfrutar del desayuno típico costarricense: el gallo pinto, un plato muy completo que consta de arroz, frijoles, huevos fritos, carne picada, plátano frito y tortilla. ¡Casi nada! Preparas tu equipaje y sales dispuesto a conocer el mágico Parque Nacional Tortuguero. Un emblema donde los haya.
La carretera va dejando atrás el animado escenario de San José para abrirte paso a un paisaje natural que te comienza a introducir en la atmósfera tropical en la que vivirás los próximos días. Verdes llanuras, volcanes al fondo… Y una cordillera que comienzas a ascender y que te regala unas vistas llenas de encanto al impresionante Parque Nacional Braulio Carrillo. Ni tan solo te salen las palabras para describirlo: caídas de aguas, árboles enormes, vegetación por doquier, flores, aves… Este parque es uno de los más grandes del país, extendiéndose en más de 44.000 hectáreas. Un pulmón gigante en el que habitan más de 135 tipos de mamíferos, 500 especies de aves, más de 6.000 tipos de árboles y de plantas y el imponente volcán Brava presidiendo el entorno. Tu primer parque y, aunque no recorras su interior, ya te ha cautivado.
Entre la increíble estampa que la selva tropical te empieza a dibujar, te llamarán la atención los cultivos de banana. La agricultura es una de las principales fuentes de ingresos de Costa Rica, y será habitual en tu viaje cruzarte con extensos cultivos de frutas tropicales, cacao, maíz y, por supuesto, café. Nos detenemos en un embarcadero para continuar nuestro camino en lancha. Desde luego, esta travesía hacia el Parque Nacional Tortuguero mejora por momentos. En un trayecto de aproximadamente una hora podrás observar cómodamente toda la vegetación de los canales marítimos costarricenses, así como la diversidad de su fauna que, aunque no la puedas ver en su totalidad, podrás escuchar sus murmullos entre los árboles.
A lo lejos comienzas a divisar la inmensidad del parque. Con solo observarlo a la lejanía ya vas imaginándote toda su magnificencia. ¡Estás ante una auténtica maravilla natural! Y vaya que sí lo es… Desciendes de la lancha y te diriges al lodge en el que te hospedarás durante tu estancia en este recinto. Lodge que, por cierto, está en medio de la jungla. ¡Sorpresa! ¡Vas a dormir en plena selva! La tarde la reservas para una de las actividades que más ilusión te hace vivir desde que supiste que tu destino era Costa Rica: conocer a las tortugas marinas. ¿Preparado para ver a estos seres milenarios? Para ello, te dirigirás al pueblo de Tortuguero, una villa llena de encanto ubicada en el parque en la que residen varias ONGs que ayudan a conservar el hábitat de las tortugas.
¡Silencio! ¿Las ves? Las costas del parque son el destino predilecto de las tortugas verde, las carey y las baula para dejar sus huevos. Y tú estás siendo testigo de ese maravilloso espectáculo. Casi no respiras de la emoción que te produce. Tus ropas oscuras se funden a la perfección con el paisaje, provocando que las tortugas se sientan cómodas ante tu presencia. Vaya espectáculo ¿eh? Ha sido un primer día en la selva que recordarás siempre.