Día 5: Battambang. Bienvenido a la Camboya profunda.
RÉGIMEN
Desayuno. Comida.
Transporte
Autocar, minibús o van
Visitas
Escuela Phare
Paseo en Tuk Tuk
Te despiertas en Battambang con esa sensación mágica en tu cuerpo de querer sumergirte más y más en la esencia de este país increíble. ¡Y vaya que si lo harás! Hoy es un día reservado exclusivamente para explorar los hermosos alrededores de la ciudad en los que la vida rural se funde de lleno en el impresionante paisaje natural que te acompañará durante todo el recorrido. Hoy vas a conocer cómo se sustentan los pueblecitos vecinos y vas a integrarte con sus simpáticas gentes. Así que echa ese último vistazo a la ciudad colonial y parte rumbo a las afueras.
En estos pueblos podrás apreciar un brillo especial. Un brillo que no encontramos en las ciudades. ¿Sabes qué es? Es esa esencia auténtica de costumbres enraizadas durante miles de años. Es la manera en que unas manos expertas dan forma a una vasija de arcilla. O la manera en que esas mismas manos acarician una figura de cerámica.
Es el mimo que se emplea al elaborar un delicioso pastel de arroz, del que serás testigo durante tu visita. Ese brillo especial que se te quedará impregnado en el alma cuando lo único que puedas hacer es sonreír… Y que te devuelvan la sonrisa. En esta sintonía, aprenderás cómo se elaboran platos típicos camboyanos como el prahok, una de las columnas vertebrales de la gastronomía khmer que consiste en una pasta de pescado que acompaña a un gran número de recetas. O el krolan, un delicioso guiso a base de arroz, soja y leche de coco en una base de bambú. ¡Apúntatelas! Seguro que cuando vuelvas a casa querrás probar tus dotes culinarias con estas deliciosas propuestas.
Cuando hayamos saciado nuestra sed de conocimiento, nos encaminaremos hacia uno de los templos más emblemáticos de Camboya, después de los Templos de Angkor.
Con tanto trajín seguramente te habrá entrado hambre. No te preocupes, podrás en un restaurante típico para cargar energías y explorar tu próximo destino: Wat Kor. Ubicado en un hermoso paraje bañado por el río Sangker, este pueblecito es conocido por los pintorescos puentes que salvan las aguas y por las casas tradicionales de origen khmer que datan del año 1920 que podrás conocer durante tu visita. En total se han mantenido 20 casas jemeres en Wat Kor cuyo interior está compuesto de madera, muebles antiguos, amplias terrazas, huertos y jardines. Solo dos de ellas están abiertas al público.
Continuaremos conociendo uno de los principales impulsores socioeconómicos de la vida rural de Camboya: la escuela Phare. Esta asociación presta servicios sociales y económicos a las familias con pocos recursos que conviven en estos pueblos. En un recorrido por su historia conocerás toda su labor solidaria y los proyectos que realizan alrededor del territorio. Nos dirigimos al hotel para cenar.