Día 2: Viena. Primeras impresiones en la capital del vals
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Panorámica de Viena
Viena es una de las capitales más bellas de Europa. Destila música y elegancia. Y tú vas a empezar a conocerla en cuanto termines de desayunar gracias la interesantísima visita panorámica que te hemos preparado. En ella podrás recorrer los lugares más icónicos de la capital austriaca.
La Ringstrasse es la avenida principal de Viena. Se trata de una vía circular que rodea el centro de la capital y en su interior quedan los barrios de Hofburg y Stephansdom. En su recorrido podrás ver algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, como el Ayuntamiento, el Palacio de la Bolsa, el Parlamento, la Iglesia Votiva, la Ópera Estatal de Viena o los museos de Historia Natural e Historia del Arte.
Todo el centro de Viena es peatonal y pasear por sus calles libres de tráfico es uno de los grandes placeres que te puedes permitir cuando visitas la capital de Austria. Aquí y allá surgen edificios y rincones sorprendentes, como la catedral de San Esteban, la calle Kartner Strasse, el Graben con la Columna de la Peste y el Palacio Real de Hofburg. El enorme complejo palaciego ha servido de residencia oficial de la casa de Habsburgo desde hace más de seis siglos. Entre sus muchas dependencias destacan los aposentos imperiales, varios museos -entre ellos, uno sobre la famosa Sissi-, una iglesia, una capilla, la Biblioteca Nacional Austriaca e, incluso, el despacho del presidente del país.
Después del almuerzo, que tendrás incluido si has contratado la opción Todo Incluido, no tienes más actividades obligatorias programadas, así que podrás disfrutar de tiempo libre hasta el final del día. Sin embargo, si te apetece profundizar más en la historia de Viena, te proponemos una excursión opcional al interior de la Ópera Estatal de Viena y el Palacio de Schönbrunn. La primera fue construida por el emperador Francisco José I en 1869. Su intención al ordenar el proyecto fue que fuera tan magnífica que pudiese competir con la parisina Ópera Garnier. Aunque el estilo original del edificio es neorrenacentista, sufrió una importante obra de modernización tras la Segunda Guerra Mundial.
Mientras, el Palacio Schönbrunn era la residencia de verano de los monarcas. María Teresa I de Austria, Francisco José I y la célebre Sissi habitaron en sus dependencias y salones. Pero, además, el palacio sirvió como telón de fondo al Tratado de Viena y, durante la guerra fría, al sonado encuentro entre Kennedy y Kruschev.
Antes de regresar al hotel a descansar aún tendrás la oportunidad de terminar el día a lo grande. ¿Cómo? Con una actividad opcional: un concierto vienés en el que no faltarán, por supuesto, algunos de los valses más famosos. ¿Quién puede resistirse?