El Hotel es la base de operaciones ideal para visitar una de las ciudades más hermosas de Latinoamérica. Encontrará que se trata de una experiencia acorde a la ciudad: repleta de deleites y de distinción centenaria, pero donde siempre se sentirá como en casa. Además, el hotel cuenta con diversos salones para conversar con sus acompañantes, revisar el correo, disfrutar de material de lectura de todo el mundo y calentarse junto a la chimenea. En la parte baja funciona el Jardín, que ha deleitado a comensales desde hace 35 años y que ha sido calificado como uno de los mejores restaurantes gourmet de Cuenca. Si busca algo más íntimo, el bar el Barril, que funciona al lado, le ofrece una carta de licores completísima.
Ubicado en plena Calle Larga y también en pleno Barranco: tendrá al confluir del Tomebamba a sus pies y a la concurrencia del centro histórico a pocos pasos de distancia.
Las habitaciones disponen de TV, WiFi, agua caliente y servicio constante de limpieza, colchones ortopédicos, sábanas de 380 hilos, plumones anti-alérgicos, lencería blanca de cama y cajas de seguridad. Lo que es más, tendrá una vista formidable hacia la ciudad. Pese a su ubicación extraordinaria, el ruido de la calle no lo perturbará, y más bien será acompañado por el rumor del río Tomebamba, que fluye a unos pocos metros.