Bienvenido a Visby

Visby es una ciudad repleta de ruinas de iglesias medievales. La historia se remonta a los siglos XII y XIII, tiempos en los que se construyeron varias iglesias católicas de piedra. Pero en 1525, Lübeck saqueó la localidad provocando incontables destrozos, entre ellos el de las iglesias. Tras la decadencia económica y social del lugar, llegó la Reforma, cosa que acabó de rematar a las iglesias. Y es que algunas de ellas incluso fueron utilizadas como canteras. Una de las mejores representaciones de la historia de Visby es la iglesia de San Nicolás cuyos restos que datan del siglo XIII han sobrevivido al paso del tiempo y las ya mencionadas adversidades.

Ubicado junto a la playa, el Jardín Botánico DBW se fundó el año 1855. Y es que gracias al profesor Hans Petter Gustavsson y sus intenciones de dar conocimientos prácticos sobre la naturaleza, se logró desarrollar este precioso jardín. En sus orígenes fue utilizado como huerto debido a la gran presencia de árboles frutales, siendo además un rincón muy popular para pasear. En la década de 1930, hubo una remodelación del jardín, cuyo aspecto se mantiene actualmente. Finalmente, cabe destacar la presencia de plantas como higueras, moreras, nogales, plátanos de indias y otras que no soportan el invierno de Suecia, cosa que se debe a la proximidad del mar, el muro y los árboles.

La muralla de Visby es una auténtica maravilla, se trata de un muro medieval con funciones defensivas que rodea al pueblo. Data del siglo XIII, lo que la convierte en una de las construcciones no religiosas más antiguas de Escandinavia. Su longitud es de unos tres kilómetros y medio. Y, asimismo, en sus orígenes poseía 29 torres grandes y 22 pequeñas, de las que a día de hoy se conservan 27 y 9 respectivamente. Durante el siglo XVIII se reformaron algunas torres para la habilitación de cañones y se añadieron fortificaciones.

La majestuosa catedral de Visby se empezó a construir a finales del siglo XII y se terminó durante la primera mitad del siglo XIII. Tras la Reforma, se convirtió en una iglesia parroquial para la ciudad al tiempo que se abandonaron el resto de iglesias. Se trata de una auténtica joya que ha sido reformada varias veces. Originalmente, su estilo arquitectónico era claramente románico y probablemente contaba con tres naves. Actualmente, conviven las arquitecturas gótica y barroca, dando a la catedral un aspecto único y encantador. Destacan sus dos torres campanarios con sus tejados de color negro.