¡Bienvenidos a Tallin, la joya del Báltico! Esta pintoresca ciudad, capital de Estonia ofrece un viaje en el tiempo con su impresionante mezcla de arquitectura medieval y vibrante vida moderna. Famosa por ser el lugar donde se levantó el primer árbol de Navidad en el mundo, la ciudad tiene mucho más que ofrecer además de su mágica historia navideña. A continuación, te contamos los rincones qué ver en Tallin para que tu viaje sea una experiencia muy completa.
El corazón de Tallin es su casco antiguo, un entramado de calles adoquinadas y edificios que parecen sacados de un cuento de hadas. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el lugar perfecto para comenzar tu aventura y el principal atractivo que ver en Tallin.
Aquí, puedes visitar la Plaza del Ayuntamiento, donde se dice que en 1441 se erigió el primer árbol de Navidad público del mundo. Aunque el árbol de hoy en día es un poco más moderno, la tradición sigue viva y conmueve a locales y visitantes por igual durante la temporada invernal. En esta plaza, también encontrarás el Ayuntamiento gótico, que es el único de este estilo que se conserva en el norte de Europa.
A pocos pasos de la plaza, se encuentra otro rincón que ver en Tallin, el Pasaje de Santa Catalina, un callejón que alberga talleres de artistas locales. . Aquí puedes encontrar desde cerámica hasta joyería, todo hecho a mano, lo que lo convierte en un excelente lugar para llevarte un recuerdo auténtico de Tallin.
Dirígete hacia la colina de Toompea, donde se alza el imponente Castillo de Toompea, sede del parlamento estonio. Desde aquí, puedes disfrutar de algunas de las mejores vistas de la ciudad. La colina también alberga la Catedral de Alexander Nevsky, una obra maestra de la arquitectura ortodoxa rusa con sus cúpulas en forma de cebolla.
El paseo por Toompea te lleva a la Catedral de Santa María, también conocida como el Domo de Tallin. Este edificio, que data del siglo XIII, es la iglesia más antigua de la ciudad y ofrece un respiro tranquilo con su interior sereno y sus impresionantes tumbas de nobles del pasado.
Para una experiencia más moderna, otro tesoro que ver en Tallin es el barrio de Kalamaja. Este es el distrito hipster de Tallin, conocido por sus casas de madera pintorescas y su ambiente bohemio. Aquí puedes visitar el Mercado de Balti Jaam, un mercado colorido donde puedes probar delicias locales y comprar productos frescos. Kalamaja también alberga el Museo Marítimo de Estonia, ubicado en el histórico Seaplane Harbour, donde se expone una colección fascinante de barcos y submarinos.
Un poco más lejos del centro, te espera una auténtica maravilla que ver en Tallin, el Parque Kadriorg, un oasis de tranquilidad fundado por el zar Pedro el Grande en el siglo XVIII. En su centro se encuentra el Palacio Kadriorg, que alberga una impresionante colección de arte europeo. Justo al lado, se encuentra el Museo de Arte Kumu, uno de los museos más grandes de los países bálticos, donde puedes explorar obras del arte moderno y contemporáneo estonio.
No puedes irte de Tallin sin probar su gastronomía. Los restaurantes del casco antiguo ofrecen una mezcla de cocina tradicional estonia con influencias internacionales. Prueba el kama, un postre tradicional hecho con harina de legumbres y cereales, o el leib, un pan negro que acompaña a muchos platos típicos.
Para una experiencia culinaria única, el restaurante Olde Hansa te transportará a la época medieval con sus recetas históricas y su ambientación única. Por otro lado, para un toque más moderno, visita Rataskaevu 16, donde los ingredientes locales frescos son la estrella del menú.
Tallin es una ciudad que no deja de sorprender. Desde su rica historia y arquitectura impresionante hasta sus barrios modernos y su vibrante escena culinaria, hay algo para cada tipo de viajero. Aunque el árbol de Navidad puede ser su reclamo más famoso, descubrirás muchas más maravillas que ver en Tallin ofrece mucho más que una simple historia invernal. Así que, prepara tus maletas y embárcate en una aventura que te llevará a través de siglos de historia, cultura y magia en la encantadora capital de Estonia.