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Una ciudad bañada por el Danubio

Si hay una ciudad de Europa en la que imposible aburrirse, es, sin duda, la capital húngara. Y es que Budapest lo tiene todo. Merece la pena tanto visitarla en exclusiva cómo realizar alguno de nuestros Circuitos y viajes a Hungría.

A continuación, te descubrimos las mejores cosas que hacer en Budapest.

Descubrir el Danubio y sus puentes

La imagen de la ciudad está marcada inevitablemente por el curso del río Danubio que la divide en dos: la tradicional Buda y la moderna y vibrante Pest. Dos ciudades distintas que se unieron para formar lo que hoy es la actual Budapest.

Es muy recomendable pasear por la orilla del río para descubrir los puentes más bonitos. Desde el Puente de la Libertad (Szabadság híd), pasando por el Puente Elisabeth (Erzsébet híd), el famosísimo Puente de las Cadenas (Széchenyi Lánchíd), hasta llegar al Puente de Margarita (Margit Híd).

También es aconsejable realizar un crucero por el Danubio: puedes elegir entre un paseo diurno, uno al anochecer o uno nocturno con cena y música en vivo.

Disfrutar de sus balnearios y aguas termales

Relajarse en unos baños termales es una de las actividades imprescindibles que hay que hacer en Budapest. La capital húngara está llena de ellos, convirtiéndose en su seña de identidad. Nada más reconfortante, especialmente en invierno, que, después de un largo día de visitas y caminatas, sumergirse en las aguas termales de alguno de estos balnearios antes de ir a cenar.

Hay más de 100 manantiales desde los que brotan aguas termales de entre 20º y 80º C. La oferta de balnearios es, por tanto, muy extensa, pero estos son nuestros favoritos: Széchenyi, Gellért y Ruda.

Descubrir el monte Géllert y la Colina de Buda

La primera parada es el Balneario Géllert. Aún en el caso de que no vayas a entrar a los baños (aunque ya te hemos recomendado hacerlo), es aconsejable cruzar la puerta de entrada porque la arquitectura interior es impresionante. Una vez hecho esto, podemos comenzar con el ascenso al monte. No hay otra forma de visitar la Ciudadela. No te preocupes, el camino al punto más alto de la ciudad de Budapest se hace muy ameno. Una vez arriba, además de disfrutar de los miradores y de la estatua de la Libertad, puedes entrar en la fortaleza y visitar el búnker de la II Guerra Mundial.

A continuación, nos dirigimos a la Colina de Buda, que puede subirse a pie, en autobús o eb funicular. En su cima descubrimos el Castillo de Buda, que alberga algunos de los edificios más destacados de la ciudad en lo alto de una colina con unas vistas privilegiadas. Puedes pasear por todos los rincones y, además, entrar a la Galería Nacional Húngara o al Museo de Historia de Budapest. Otro de sus atractivos es el cambio de guardia que se produce cada hora en punto frente al Palacio Sándor.

A escasa distancia del Castillo de Buda se encuentra el Bastión de los Pescadores. De estilo neogótico, sirve como terraza-mirador y desde aquí se disfruta de las mejores vistas de la ciudad. Ver el atardecer y el encendido de las luces desde aquí es un imprescindible.

Probar un buen goulash

… Y otras especialidades nacionales. Por si algún lector lo desconoce, el goulash, plato húngaro por excelencia, un estofado de carne que normalmente se sirve en forma de sopa pero también lo encontrarás más espeso en un bollo de pan sin miga. El bollo de pan, en este caso, hace las veces de cuenco. Toma nota y atrévete a probar también alguno de los siguientes: langos, jalaslé y meglevesh. ¡La gastronomía húngara es toda una sorpresa!

Visitas culturales y monumentales

El Parlamento

Imprescindible, uno de los símbolos de la ciudad. Es el tercer parlamento más grande del mundo, y merece la pena visitarlo por fuera y por dentro. A orillas del río Danubio, esta gigantesca construcción impresiona al visitante. En su interior, destacan la amplitud de los espacios y la riqueza de la decoración.

Basílica de San Esteban

Otro de los monumentos más bonitos. Es la iglesia más grande de Budapest y su cúpula central y dos torres se pueden contemplar desde muchos puntos de la ciudad. Merece la pena visitarla por dentro, ya que alberga en su interior la mano derecha del primer rey de Hungría, Esteban I, que le da nombre. Además, se puede ascender hasta una de sus torres para disfrutar con las vistas.

La Gran Sinagoga

La segunda sinagoga más grande del mundo, solo por detrás de la de Jerusalem. Destaca su fachada de colores vivos y un interior armónico lleno de simbolismo. Dentro de sus muros encontramos varios memoriales en recuerdo a los judíos fallecidos durante la II Guerra Mundial, un pequeño cementerio y un museo.

Ópera nacional de Hungría

Uno de los monumentos más impresionantes que visitar en Budapest. Su interior es grandioso, con un espectacular color dorado que baña la platea, los palcos y cada rincón de este magnífico edificio del siglo XIX.

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